España anunciará el jueves una serie de reformas económicas y un estricto presupuesto 2013, buscando evitar la humillación política de que Bruselas le imponga las condiciones para solicitar un rescate internacional.
El primer ministro Mariano Rajoy aplicará nuevos recortes debido a que sus esfuerzos por reducir uno de los mayores déficits públicos de la zona euro han sido socavados por la disminución de los ingresos por impuestos en medio de una recesión.
Sabemos lo que tenemos que hacer y, por ello lo estamos haciendo, dijo el miércoles Rajoy en un discurso ante Americas Society en Nueva York, añadiendo que esto implica muchos sacrificios que se están distribuyendo equitativamente en la sociedad española.
Miles de manifestantes que se oponen a las medidas de austeridad y exigen la renuncia de Rajoy se reunieron el miércoles por segunda noche en Madrid, cerca del Parlamento Nacional, que era vigilado por cientos de policías.
Las reformas buscan convencer a los inversores escépticos y controlar el gasto posiblemente incluyan un nuevo organismo de supervisión tributaria, como lo recomendó Bruselas, limitaciones a la jubilación anticipada y el fin de algunas exenciones tributarias.
El congelamiento de los salarios de los servidores públicos también se extendería al 2013, dijeron fuentes sindicales.
PAQUETE DE AYUDA España está negociando los términos de un paquete de ayuda europeo que daría paso a un programa de compra de bonos del Banco Central Europeo y aliviaría los insostenibles costos de endeudamiento de Madrid. Las reformas que serán anunciadas el jueves buscan evitar que la ayuda tenga condiciones asociadas.
La incertidumbre sobre el momento de la solicitud de ayuda y las divisiones dentro de la Unión Europea sobre un plan para crear una unión bancaria hicieron subir el miércoles la tasa de interés de los bonos españoles a 10 años por sobre el 6% por primera vez desde que el presidente del BCE, Mario Draghi, anunció el plan a comienzos de setiembre.
España, la cuarta economía más grande de la zona euro, está en el centro de la crisis y los inversores temen que Madrid no pueda controlar sus finanzas y que Rajoy no tenga la voluntad política de adoptar medidas impopulares.
Cifras entregadas el martes sugieren que España no cumplirá con su meta de déficit público de un 6,3% del producto interno bruto este año, y el miércoles el banco central dijo que la economía continuó con una fuerte contracción en el tercer trimestre.