El capitán del buque Costa Concordia, Francesco Schettino, ha recurrido el despido que decretó la naviera Costa Cruceros por el naufragio del barco el pasado 13 de enero frente a las costas italianas, causando la muerte de 30 personas y otras dos siguen desaparecidas.

Según informa hoy el diario La Repubblica, que cita fuentes de la naviera y al propio abogado de Schettino, Bruno Leporatti, el despido del capitán fue formalizado por la compañía a finales del pasado julio, pero este considera que esta decisión no está justificada y pide su readmisión en la compañía, así como el dinero que no ha cobrado desde entonces.

Costa Cruceros considera que el ahora excapitán de la compañía violó la normativa de la empresa y de la navegación en la noche en la que el crucero, en el que viajaban unas 4.200 personas, encalló frente a la isla italiana del Giglio.

Sobre la actuación de Schettino esa noche se tendrán en cuenta las órdenes que dio y las maniobras irregulares que presuntamente llevó a cabo, algo que se determinará al final del proceso que inició la Fiscalía de Grosseto (centro de Italia) tras el naufragio.

AUDIENCIA DEL 15 DE OCTUBRE En la audiencia preliminar sobre el caso, fijada para el lunes en el Tribunal de Grosseto, se prevé que los peritos presenten sus informes técnicos sobre la nave y que den cuenta de los datos de la caja negra de la embarcación, de la que se espera saldrán informaciones importantes como el cambio de ruta del barco y si se advirtió a la compañía del accidente.

Además de Schettino, al que la Fiscalía de Grosseto ha investigado bajo los cargos de homicidio, naufragio y abandono de la nave, resultan también investigados su segundo en el puente de mando, Ciro Ambrosio, y otros cuatro oficiales Andrea Bongiovanni, Roberto Bosio, Silvia Coronica y Salvatore Ursino.

Los fiscales investigan además a tres dirigentes de Costa Cruceros: el vicepresidente ejecutivo de operaciones de la flota, Manfred Ursprunger, así como al jefe de la Unidad de Crisis, Roberto Ferrarini, y al superintendente de la flota de la nave, Paolo Parodi.

El capitán del barco, Schettino, se encuentra desde el 5 de julio en libertad, después de que la jueza Montesarchio decidiese sustituir el arresto domiciliar dictado por ella misma el 17 de enero por la obligación de permanecer sometiéndose a rutinarios controles en el municipio de su residencia, Meta di Sorrento (sur), del que podrá alejarse solo previa autorización judicial.