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Para mantener una figura esbelta, coge un Lucky, no un dulce, proclamaba en la década de 1930 un anuncio de Lucky Strike que mostraba a una mujer en bañador. “Cree en ti misma. Pide Philip Morris”, decía en otro anuncio el fabricante de marcas de tabaco como Marlboro y Chesterfield, ilustrándolo con la imagen de una mujer elevada como un ser superior y expulsando el humo de su cigarrillo por la nariz. Y en 1968, Philip Morris lanzaba Virginia Slims, una marca orientada a mujeres con eslóganes feministas como “Hacemos Virginia Slims especialmente para las mujeres porque son biológicamente superiores a los hombres”.

Ya habían enganchado a los hombres y las tabacaleras se lanzaron por las mujeres, en una estrategia de décadas que incluyó empotrarse en las organizaciones femeninas financiando sus actividades, según muestran los documentos internos de Philip Morris.

Ahora, el mayor estudio realizado hasta la fecha, con una gigantesca muestra de 1,3 millones de mujeres, revela los efectos criminales de aquella estrategia de las tabacaleras. El trabajo revela que tanto los riesgos de fumar como los beneficios de dejar el tabaco son mayores de lo que sostenían estudios anteriores.

“MUEREN COMO HOMBRES” “Si las mujeres fuman como hombres, mueren como hombres, pero, sean hombres o mujeres, los fumadores que dejan el tabaco antes de llegar a la mediana edad ganarán de media unos 10 años extra de vida, ha explicado en un comunicado el epidemiólogo Richard Peto, profesor de la Universidad de Oxford y coautor del estudio.

Su trabajo ha analizado los datos del llamado Estudio del Millón de Mujeres, un proyecto en marcha del Sistema Nacional de Salud del Reino Unido para hacer un seguimiento a 1,3 millones de mujeres. Todas fueron reclutadas entre 1996 y 2001, cuando tenían entre 50 y 65 años. Rellenaron un cuestionario con sus hábitos de vida, sus factores sociales y su historial médico y volvieron a rellenarlo tres y ocho años después. El seguimiento ha durado, de media, unos 12 años. 66.000 mujeres han muerto en este tiempo.

El análisis de la maraña de datos muestra que dos tercios de las muertes de las mujeres fumadoras se relacionan precisamente con el tabaco: cánceres de pulmón, casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades del corazón y derrames cerebrales. Las chicas que dejaron de fumar a alrededor de los 30 años de edad evitaron en un 97% el exceso de mortalidad que implicaba seguir fumando. Las mujeres que dieron su última calada a los 40 años lo evitaron en un 90%.

El estudio publicado en la revista médica The Lancet)61720-6/abstract, también tiene algunos resultados sorprendentes, que encienden las alarmas sobre los llamados fumadores sociales.

Los datos muestran que incluso las mujeres que fumaban poco al comienzo del estudio, menos de 10 cigarrillos al día, presentaron una mortalidad que duplica la de las no fumadoras. En cuanto a resistir los efectos tóxicos del tabaco, las mujeres no son “biológicamente superiores a los hombres”, como decía el anuncio de Philip Morris. Mueren igual que ellos.

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