ÓSCAR CASTILLA / AURORA CARUAJULCA
La presencia en Lima de ‘Don Leo’, capo de una de las bandas narcoterroristas colombianas, es una señal de alerta sobre el llamado ‘efecto globo’. Así se le denomina al cambio de rutas de drogas y armas de un país a otro cuando se ejerce más presión sobre las mafias. El director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), Jorge Restrepo, alerta que el Perú debe prepararse. Estas son sus declaraciones:
¿La captura de un jefe de Los Urabeños en Lima tiene alguna lectura especial? El incremento de la colaboración entre narcotraficantes colombianos y peruanos es algo de esperarse. A medida que hay éxitos en contra del crimen organizado en Colombia, se potencia la demanda de armas, base de coca y rutas más allá de las fronteras. El llamado ‘efecto globo’ lleva a la búsqueda de todo tipo de proveedores en países vecinos como el Perú, Ecuador y Venezuela. Lo preocupante es que esta banda de Los Urabeños es una organización particularmente violenta y así como en el caso de Argentina, donde ha habido una serie de hechos de sicariato protagonizados por el crimen organizado colombiano, es un caso preocupante que pueda llevarse esta modalidad al Perú. Esta captura la vería como un campanazo de alerta, en el sentido que esta banda está buscando utilizar el Perú como una base de conducción del crimen.
Las FARC reconocidas como grupo narcotraficante y comprador de armas están negociando la paz con el Gobierno de Colombia. Se dice que en caso de llegar a un acuerdo no todos sus integrantes se desmovilizarían y quedarían muchos formando bandas, como sucedió después de la desmovilización de los paramilitares. ¿Cómo afectaría esto a los países vecinos? Un horizonte semejante es muy difícil de predecir porque depende de la naturaleza del posible acuerdo. En un escenario de negociación de paz en Colombia gran parte de los esfuerzos en seguridad se redirigirían a la lucha contra el narcotráfico y tráfico de armas, con lo que habría un mayor ‘efecto globo’ hacia el Perú. Creo que el Perú debería estar preparado para eso, al igual que los otros países fronterizos con Colombia. Pero en particular el Perú que como proveedor de pasta de coca –con Bolivia– lo afectaría directamente, y debe estar preparado para trayectorias de impacto de un acuerdo de paz en Colombia.