¿Felices Fiestas Patrias?
Julio, mes patrio, mes de sentimiento nacional y de orgullo rojo y blanco; pero Julio no es solo eso, sino también es el mes que todos aprovechan para “hacer su agosto”. Julio en Perú es sinónimo de circos y en la FPV ya se sienten contagiados por el espíritu de entretenimiento de esta tradicional expresión artística occidental.
Primer acto: Caer en una crisis deportiva generalizada, nuestras categorías menores pasan por uno de sus peores momentos. Como siempre, no quieren estar a la par de nuestros rivales y dejan en segundo plano la organización, el planeamiento y la capacitación de todo lo que tiene que ver con ayudar a formar a nuestras matadorcitas.
Segundo acto: Vivir (¡Aún!) del pasado. Seguimos con la esperanza de que las niñas, adolescentes y adultas que conforman nuestras selecciones sean poseídas por los espíritus de Seúl 88 y puedan recuperar el primer puesto sudamericano, que para muchos aún lo merecemos. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Tercer acto: ¿Quién manda a quién? Porque el show debe continuar, el Sr. Luis Linares y compañía decidieron cerrar la lista de atletas que nos representará en esta edición del Grand Prix, pero se olvidaron de algunos detalles: La recientemente operada Clarivett Yllescas, Luciana del Valle, que se encuentra en Estados Unidos y Daniela Uribe, que aún no está al 100%. En buen crisitano, tenemos tres jugadoras convocadas que no estarán de ninguna manera en la cita deportiva, pero que ocupan tres plazas que pudieron ser ocupadas por deportistas aptas para la competencia. ¿Soy yo o la lista fue elegida “de tin marín”?
“Me parece raro que hayan confirmado una lista cuando yo no había dado la nómina oficial.” – declaró Natalia para un diario local.
Las acciones tomadas por la gestión que preside el Sr. Luis Linares tuvo como colorario una gran polémica. Y a Natalia Málaga solo le “parece raro”, cosa que a nosotros también nos parece raro. Conociendo su carácter y filosofía debería haber pegado un grito al cielo porque todo indica que le armaron el equipo a sus espaldas.
Luego de esta decepcionante función, esperemos que el hincha peruano no se desanime y deje de alentar a su selección, porque al final del días las que nos representan no tienen porque pagar los platos rotos. Eso sí, no esperen una victoria cuando estén en el coliseo.