Francia, el especial (Parte 1)
Los años 60 fueron la época dorada de la cultura popular francesa. El país se volvió el centro de la movida cultural mundial, y eso lógicamente incluyó a la música (la chanson française). A inicios de dicha década comenzaron a surgir un grupo de jóvenes que darían nacimiento a un estilo llamado yé-yé. Su influencia se hizo sentir no solo en Europa y Norteamérica, sino también en tierras latinoamericanas. Veamos la primera parte de esta lista.
1. Retén la noche
Es el año de 1966. Eduardo Franco, con su inconfundible voz, nos habla de una relación que está por morir. Nos habla de esos momentos previos a la partida de ella. “Las horas van pasando irremediablemente, se acerca ya nuestra separación, no puedo detenerte desgraciadamente, aunque se me desgarra el corazón”. Aquí tenemos a Los Iracundos con una canción que comienza diciendo “detén la noche”, pero cuyo título es Retén la noche.
Retén la noche fue una de las primeras canciones grabadas por el grupo uruguayo. Pero no me refiero a esta versión. De hecho, la que ustedes acaban de escuchar es la segunda versión que se hizo del tema. La primera fue lanzada en 1963, cuando Los Iracundos no se llamaban Los Iracundos, sino Los Blue Kings.
Los Blue Kings llegaron a lanzar dos discos sencillos con el sello discográfico Clave. La verdad es que fueron discos hechos a punta de esfuerzo por estos jóvenes sanduceros (como se les llama a los de Paysandú, Uruguay). Uno de estos dos discos presentó el tema Retén la noche, el cual fue el primer éxito que la banda tuvo en Uruguay. Pero esta primera versión tenía un ritmo mucho más movido, con un coro de voces y sin la carga dramática de la de 1966. Escúchenla.
Como lo dijimos en un post anterior, allá por 1967 Los Iracundos emprendieron un viaje fundamental en su carrera: llegaron a Roma, a la oficina de la poderosa RCA italiana para grabar el que sería su exitoso disco “Los Iracundos en Roma”. Pero en aquel viaje, Los Iracundos hicieron unas paradas previas en España y Francia. En este último país se encontraron con Charles Aznavour, el maestro de la chanson française y uno de los cantantes preferidos de Eduardo Franco. Aznavour justamente les había dado un año antes un tema de su autoría, llamado Retiens la nuit (Retén la noche). A continuación, la versión original.
El muchacho de 18 años que vemos acá (robándole sonrisas a una joven francesa) es Johnny Hallyday, el “Elvis francés”, de quien hablamos hace poco al contar la historia detrás de la canción Me olvidé de vivir. El tema se titula Retiens la nuit, el cual apareció en un disco sencillo en diciembre de 1961. Se trata de uno de los grandes clásicos de Hallyday y permaneció número uno en las listas francesas durante nueve semanas.
La letra fue obra de Charles Aznavour, mientras que la pegajosa música fue de Georges Garvarentz, una dupla que tuvo muchísimo éxito en Francia (y ambos de raíces armenias). Retiens la nuit fue incluida en la película Les Parisiennes (Las parisinas) de 1962, dirigida por Marc Allégret. En dicho filme aparece el propio Johnny Hallyday, quien le dedica la canción a una de las más hermosas actrices francesas de todos los tiempos, Catherine Denueve (“hermosa como la muerte, seductora como el pecado, fría como la virtud”, diría el cineasta Luis Buñuel sobre ella).
En la película, Denueve es Sophie, una joven de 18 años, estudiante de secundaria y quien no tiene un amante, por lo que es la burla de sus compañeras. Por ello, Sophie se inventa uno. Pero una noche, después de la escuela, sus compañeras la siguen para comprobar si en verdad tiene un amante, y Sophie termina metiéndose en un apartamento cualquiera para hacerles creer que allí vive él. Lo que no sabe es que quien vive realmente allí es un joven cantante de rock llamado Jean (Johnny Hallyday). El flechazo entre ambos es instantáneo y él le canta Retiens la nuit. “Para mí, Catherine Deneuve encarnaba el ideal femenino. Me recordaba a las heroínas más inquietantes de Alfred Hitchcock”, declararía luego Hallyday. Véanlos en acción.
2. El amor es azul
Es el año de 1968. El pianista que vemos acá es Paul Mauriat, un director de orquesta francés especializado en la musique de variétés, y quien se hizo famoso por los arreglos que hacía a los hits de la música popular. Nacido en Marsella en 1925, Mauriat comenzó a tocar durante los años de la Segunda Guerra Mundial y con el tiempo llegó a ser el director musical de dos grandes de la chanson française: Charles Aznavour y Maurice Chevalier.
La canción que escuchan acá se titula Love is blue y llegó a ser todo un éxito en Estados Unidos, donde un tema instrumental volvió a alcanzar el número uno del ranking Billboard, después de Telstar de The Tornados, en 1963. Más aún, gracias a esta canción, Paul Mauriat es hasta ahora el único francés en haber logrado ser número uno en ventas en Estados Unidos durante cinco semanas. Cuando 1968 llegó a su fin, Love is blue terminó siendo el segundo disco sencillo del año, solo superado por Hey Jude de The Beatles.
La canción ha dado la vuelta al mundo. Escúchenla, por ejemplo, interpretada con instrumentos tradicionales chinos.
“Para ser honesto, yo no estaba muy entusiasmado con la canción”, dijo Mauriat en una entrevista. Pero el éxito en Estados Unidos llegó luego de que un DJ la pusiera en una radio de Minneapolis. Mauriat no le creyó al presidente de su sello discográfico Philips cuando este le dijo que Love is blue había alcanzado el primer lugar del Billboard. “Estaba asombrado porque ilustraba muy bien el dicho de que uno nunca es profeta en su tierra”, mencionó. La canción solo había vendido 30.000 copias en Francia, mientras que en Estados Unidos la cifra fue de 800.000 para el disco LP y 2 millones para el disco sencillo.
Lo curioso es que un año antes, en 1967, el contrato de Mauriat con Philips estaba por expirar. Sin embargo, alguien le sugirió a la compañía renovarlo por 3 años más, pues estaba seguro de que el francés sacaría pronto un gran éxito. Y así fue. Love is blue hizo de Paul Mauriat una estrella mundial. Sus discos llegarían a editarse hasta 3 veces al año, vendió millones de copias sobre todo en Japón y Sudamérica, e incluso llegó a grabar una versión del clásico peruano El cóndor pasa. Pero, ¿cuál es la versión original?
La versión original no es instrumental. Es el 8 de abril de 1967 y la griega Vicky Leandros, quien no llegaba a los 18 años de edad, se presenta en el Festival de Eurovisión desarrollado en Viena (Austria). Leandros representó al país de Luxemburgo, donde el francés es una de las lenguas oficiales. La canción, titulada L’amour est bleu (El amor es azul), terminó en el cuarto lugar de la competencia.
L’amour est bleu es una de las poquísimas canciones que no ganaron Eurovisión, pero que llegaron a ser un éxito mundial; como Nel blu dipinto di blu (Volare), del italiano Domenico Modugno, y Eres tú, del grupo español Mocedades. Compuesta por los franceses André Popp (música) y Pierre Cour (letra), L’amour est bleu estuvo a punto de no participar en Eurovisión, pues Popp la llegó a componer apenas tres días antes de que se cumpliera el plazo límite de presentación de temas. “Me alcé de la cama, fui al piano y todo me vino en 10 minutos. Sabía que era única”, dijo Popp, según el diario inglés The Independent.
L’amour est bleu emplea los colores (azul y gris) y los elementos (agua y viento) para hablarnos de las alegrías y pesares del amor. “Azul, azul, el amor es azul, azul como el cielo que juega en tus ojos (…) Gris, gris, el cielo es gris, llueve cuando tú ya no estás”, dice parte de la letra. Por supuesto, la canción tuvo también versiones en castellano, como las de los españoles Karina, titulada El amor es azul, y Raphael, llamada El amor es triste. Dos títulos diferentes debido a los dos significados que el adjetivo blue tiene en inglés (azul y triste).
Ahora vean la versión de Raphael, grabada para la película El Golfo de 1968.
3. Cuánto te amo
Es el año de 1969. El italiano Enrico Sbriccoli, más conocido como Jimmy Fontana, cerraba aquella memorable década con Cuánto te amo, una de las canciones románticas más intensas o, como señala el diario El Comercio, una de esas baladas en español “para cortarse la venas”. “Cuando los años pasen y hayas vivido tú, cuando ya no me abrace tu tierna juventud, cuando de aquella sonrisa nada nos quede ya, siempre que tenga vida mi canto te dirá: cuánto te amo, cuánto te amo, no lo ves”, dice la estupenda letra de la canción, obra de la poetisa chilena Doris Band.
Conocido también por su tema El mundo, el joven Enrico fue un músico autodidacta: estudiaba contabilidad de día y aprendía a tocar el contrabajo por las noches. Apasionado del jazz, eligió el nombre artístico de “Jimmy” en honor del saxofonista estadounidense Jimmy Giuffre. Lo de “Fontana” —solía contar él— lo eligió al azar, luego de revisar los apellidos de una guía telefónica de Roma.
El diario español ABC indica que Cuánto te amo fue una canción que también dio la vuelta al mundo. Precisamente en España se hizo conocida esta otra versión.
Aquí tenemos a Mike Kennedy. Si su forma de pronunciar el español les parece extraña, es porque Mike Kennedy es, en realidad, alemán. Su nombre original es Michael Volker Kogel, pero le cambiaron el apellido porque —según cuenta él— en Sudamérica confundían “Kogel” con “coger” (que en algunos países significa tener sexo).
Mike Kennedy se volvió muy famoso en la España de los años 60 por ser el rubio vocalista de la banda Los Bravos (algunos de ustedes recordarán el superéxito Black is black). Incluso, el dictador español Francisco Franco llegó a ofrecerle la doble nacionalidad por los servicios musicales prestados. Mike Kennedy lanzó en España esta canción titulada Que te quiero, la cual tiene una letra completamente distinta al Cuánto te amo de Jimmy Fontana. Pero, ¿cuál es la versión original?
Vaya que le pone sentimiento al cantar. Vuelve a esta lista el francés Johnny Hallyday, a quien vemos aquí cantando en vivo Que je t’aime (Que te amo), un tema lanzado el 23 de junio de 1969. La canción fue obra de los franceses Jean Renard (música) y Gilles Thibaut (letra). De hecho, a Renard se le ocurrió la canción mientras tocaba el piano en casa de sus padres, nada menos que en mayo de 1968, fecha emblemática en la que los movimientos estudiantiles levantaban su voz de protesta en la Francia de De Gaulle.
El éxito de Que je t’aime fue inmediato. La canción provocaba verdaderas escenas de histeria entre las fanáticas de Hallyday, así como muchos desmayos. Después de cada concierto, Hallyday solía retirarse escoltado por la policía en un automóvil. De más está decir que el tema encabezó las listas en Francia por tres meses.
En aquel 1969, Hallyday pasó su primer verano en Italia, a donde llegó para participar en la Muestra Internacional de Música Ligera de Venecia con la versión italiana de Que je t’aime, a la cual titularon Quanto t’amo (Cuánto te amo). “La canción ‘golpeó’ por la delicadeza de sus palabras y por la muy buena interpretación de Hallyday”, recuerda el sitio web Hit Parade Italia. Aunque los más maliciosos señalaban que Hallyday tuvo éxito en Italia porque llegó a Venecia junto con su esposa, la actriz y cantante Sylvie Vartan, de gran popularidad entonces en Europa. Aquí les dejo Quanto t’amo.
4. Y volveré
Es el año de 1971. En medio del ensordecedor grito de las fanáticas, aparece un grupo chileno que dejó huella en América Latina y que se hacía llamar Los Ángeles Negros. Este es uno de sus temas clásicos, titulado Y volveré. En este video, además, podemos apreciar la calidad vocal de un joven de 24 años llamado Germaín de la Fuente.
El grupo nació en la ciudad chilena de San Carlos (región del Biobío) en 1968, cuando estudiantes del también colegio San Carlos crearon una banda para —como muchos— tener éxito con las chicas. Días antes de participar en un concurso radial, pensaron cuál sería el nombre del grupo. Todos coincidían en que lo mejor era ponerse un nombre en inglés. Pero el bajista Sergio Rojas tuvo una idea: les dijo que si había una banda chilena llamada Los Diablos Azules, ¿por qué entonces no llamarse Los Ángeles Negros?
A nadie le gustó el nombre. Rojas solo encontró apoyo en la madre de Germaín de la Fuente, que pasó por allí barriendo, pues el grupo ensayaba en la casa de los padres de De la Fuente. “No me gustó para nada lo de Los Ángeles Negros. Me daba vergüenza”, ha dicho De la Fuente. Pero el nombre finalmente quedó… y vaya que pegó.
Para 1970, Los Ángeles Negros habían sufrido la renuncia de varios de sus integrantes. El grupo estuvo a punto de desaparecer, pero el sello discográfico Odeón insistió en que los dos miembros que quedaban (Germaín de la Fuente y el guitarrista Mario Gutiérrez) terminaran un disco LP. Odeón les consiguió tres buenos músicos chilenos que venían de vivir en Canadá, y quienes conocían una canción que había tenido mucho éxito allá. Ese fue el origen de Y volveré. Pero ahora escuchen esta otra versión.
Aquí tenemos nuevamente al divo español Raphael, quien fue uno de los artistas que Germaín de la Fuente más admiraba. De hecho, la letra de Y volveré fue escrita por el propio Germaín de la Fuente. El inicio de la canción dice: “Amor adiós, no se puede continuar, ya la magia terminó, ahora tengo que marchar”. Lo curioso es que De la Fuente no se inspiró en un viejo amor para escribir esta canción, sino en su ciudad natal, San Carlos.
De la Fuente tenía 22 años cuando escribió la letra. Vivía en Santiago, pero tenía muchas ganas de volver a su pueblo porque le faltaba el dinero y no la pasaba bien en la capital chilena. “Y volveré es una canción que trata del retorno a tu lugar de origen, de cuando no te adaptas a otro lugar”, ha explicado. “Llegar a Santiago fue un shock impresionante para mí, y escribí la letra pensando en mi apego al terruño”. Pero, ¿cuál es la versión original?
Las francesas lo llamaban “Nuestro adorado Alain” y suspiraban por su gran parecido con el actor estadounidense Gregory Peck. Hablamos del francés Alain Bellec, más conocido como Alain Barrière, quien en 1968 consolidó su carrera musical con este tema titulado Emporte-moi (Llévame), y que fue compuesto por él mismo.
Se habrán percatado de que en este video aparece muchas veces un velero. Esto se explica por la letra de la canción, cuyo inicio dice: “Llévame, que el viento infle la vela, y que a la hora de las estrellas estemos muy lejos de todo. Llévame, que la marea adormezca mis sueños, y que a la hora que todo se acabe no haya nada más que nosotros”.
Nacido en 1935 en el pequeño poblado de La Trinité-sur-Mer, Barrière pasó la mayor parte de su niñez pensando en cómo escapar de allí. Estudió ingeniería, pero la música pudo más. Comenzó trabajando para un fabricante de neumáticos en los suburbios de París, pero por las noches actuaba en los pequeños cabarets de la Ciudad Luz. Su carrera despegó gracias a hermosas composiciones como Plus je t’entends (Más te escucho) —versionada incluso por el gran Javier Solís— y Ma vie (Mi vida).
En 1968, Emporte-moi hizo de Alain Barrière uno de los más grandes de la chanson française. El éxito lo llevó también a grabar una versión en italiano, titulada Dov’eri tu (Dónde estabas tú), y otra en español, llamada Llévame tú, diferente a la de Los Ángeles Negros.
Veintiséis años después, la mexicana Lucero volvió a poner de moda esta canción, gracias a una interpretación con mariachi y orquesta. Así que me despido con el video de aquella primera vez en que Lucero la cantó en público. Es el Festival de Viña del Mar de 1994.
Hasta la próxima canción.
Agradecimientos:
Video 1: Musica Latina / Video 2: Lufaro
Video 3: Ina Chansons / Video 4: Francis DRAPIER
Video 5: Smurfstools Music Time Machine
Video 6: Red Taurus / Video 7: primadonna11
Video 8: Enriciux / Video 9: Pezmar1968
Video 10: Jaime Ben Hamid
Video 11: Mi3o Channel / Video 12: Astrid2600
Video 13: zarakali / Video 14: celhia
Video 15: Ina Chansons / Video 16: festivaldevinachile
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