Cuando Prince le robó el show al mismísimo Dios
El 15 de marzo del 2004, Prince sentó en la banca a Eric Clapton. Ese día, el ecléctico músico fue incluido dentro del Salón de la Fama del Rock and Roll, junto a personalidades y agrupaciones como Traffic, ZZ Top, Bob Seger, Jackson Browne, Jann Wenner, The Dells y George Harrison.
Alicia Keys se encargó de presentar a Prince con un sentido discurso. «Hay muchos reyes, pero solo un príncipe», dijo la cantautora, en referencia al nombre del artista nacido en Minnesota. Tras ello, dio paso al acostumbrado concierto que cierra la pomposa ceremonia. La canción a ejecutar era “While my guitar gently weeps”.
Este tema, que fue escrito por Harrison y publicado en el álbum homónimo de The Beatles (1968), contiene un histórico solo de guitarra que fue grabado originalmente por Clapton. Con el instrumento a cuestas, Prince derribó el mito y reinterpretó la canción con una técnica desbordante.
Tom Petty, Jeff Lynne y Dhani Harrison, el hijo del ex Beatle, quienes estaban arriba del escenario, solo sonreían ante la sincronía fantástica del músico con la guitarra. Nadie pareció extrañar al creador de grandes canciones como “Layla” o “Wonderful tonight”. Así era Prince: capaz de robarle el show al mismísimo Dios.
Hoy falleció a los 57 años de edad. Desde ya, lo extrañamos.
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