Con miras a disminuir la acumulación de residuos en el vertedero local, los habitantes de Concord –pueblo ubicado en el estado de Massachusetts, Estados Unidos- optaron por prohibir la comercialización de agua en botellas de plástico de un litro o menos. La medida contempla una multa de 50 dólares a todo aquel que compre o venda el mencionado producto.
La promotora de esta peculiar norma es Jean Hill, una mujer de ochenta años que reside en la pequeña localidad de no más de 17 mil personas. En una entrevista con The New York Times, Hill prometió abocarse a esta campaña porque las compañías de agua embotellada están agotando nuestros acuíferos y después vendiéndonoslos.
A pesar de que la orden autoriza la compra en casos de emergencia, algunos se muestran excépticos, ya que creen que la medida solo hará que aumente la venta de agua en botellas de más de un litro, o incluso impulsará a algunos habitantes de Concord a movilizarse a pueblos vecinos para comprar las botellas.