La superficie del mar Mediterrneo, sobre todo en zonas costeras, alberga alrededor de 1.455 toneladas de residuos plsticos que suponen una grave amenaza para las especies marinas, la salud y la economa.
Esta es la principal conclusin de un estudio que se publica en la revista Marine Environmental Research, en el que sus autores advierten de que en menos de 100 aos estos residuos plsticos han pasado a formar parte del ecosistema marino.
Los resultados, obtenidos por un equipo de cientficos liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Cientficas (CSIC) espaol en el marco del proyecto de investigacin NIXE III, revelan la presencia de residuos plsticos en todas las muestras marinas tomadas.
El 97%de los residuos marinos encontrados en estas muestras fueron plsticos.
Durante varios viajes realizados en 2011 y 2013, los investigadores repitieron por el Mediterrneo los recorridos histricos que el archiduque Luis Salvador de Austria realiz hace 100 aos, con el fin de comparar resultados.
La primera de las expediciones se realiz desde las islas Baleares hasta el mar Adritico, mientras que la segunda fue desde las Baleares al mar Jnico.
Se analizaron 70 muestras de la superficie marina y los datos arrojaron, que de media, contenan unas 147.500 partculas de plstico por kilmetro cuadrado.
Estos resultados extrapolados a la superficie de todo el Mediterrneo arrojaran una cifra cercana a las 1.455 toneladas de plstico.
Estas partculas suponen una grave amenaza para el ecosistema marino y podran tener importantes consecuencias en la salud humana y en las actividades econmicas, explica Luis F. Ruiz-Orejn, investigador del CSIC.
El tamao de los plsticos localizados es variado aunque en todas las muestras se han encontrado microplsticos de menos de 5 milmetros, pero las partculas ms abundantes son aquellas que miden alrededor de 1 milmetro.
Los plsticos sufren un proceso de fragmentacin cuando se encuentran en mares y cuanto menor es su tamao aumentan los organismos para los que est disponible la partcula y, por tanto, su repercusin en la cadena trfica, seala Ruiz-Orejn.
Es imprescindible apunta el investigador hacer un seguimiento de la contaminacin por plsticos de los mares, conocer las posibles zonas de acumulacin, a pesar de variabilidad de las corrientes en el Mediterrneo, y aportar nueva informacin a los modelos de distribucin.
Fuente: EFE