Las autoridades del zoológico Nacional de Washington informaron hoy sobre el deceso del pequeño panda que aún no había sido bautizado. El cachorro nació el domingo pasado y su corta vida terminó repentinamente esta mañana.
La cría y su madre venían siendo monitoreados por cámara web ya que el personal del zoológico prefería no intervenir para que sea criado de manera natural. Sin embargo, al oír que la panda gigante emitía sonidos de sufrimiento avisaron a los veterinarios.
Mei, quien ya tiene 14 años, fue inseminada artificialmente el 29 y 30 de abril, después de que los intentos de apareamiento con su pareja fueran infructuoso por varios años. La osa ya había tenido cinco embarazos fallidos.
Los cuidadores empezaron a notar el comportamiento singular de Mei cuando estaba embarazada. Comía menos y trenzaba bambú para acondicionar una madriguera. La primera semana de setiembre sostenía juguetes en sus brazos como si fuesen su cría.
Los pandas se encuentran en peligro de extinción. En China no hay más de 1.600 ejemplares libres, mientras que otros 300 se encuentran en cautiverio en distintos países.