Un nuevo precedente jurídico podría sentarse una vez que culmine el juicio que afronta la multinacional Shell , en los tribunales de La Haya. Las demandas provienen de pobladores de las localidades nigerianas de Goi y Oruma, a raíz del vertido de petróleo que ha contaminado gran parte del delta del Níger.
Si bien es frecuente que empresas extractivas sean objeto de demandas por temas ambientales, lo inusual del caso es que los juzgados holandeses abran un caso que ha tenido lugar fuera de las fronteras del país europeo. En el caso hipotético de que Shell pierda el juicio, lo más probable es que tenga que pagar indemnizaciones millonarias, además de implementar mejoras en sus técnicas de cuidado ambiental. Por otro lado, los abogados de la multinacional alegan que los derrames en el delta se debieron a sabotajes y robos en una región que es proclive a la violencia.
La empresa, de capitales anglo-holandeses, tiene un largo historial de imputaciones por no cumplir normas destinadas al control de vertidos de petróleo. Incluso las Naciones Unidas se ha pronunciado al respecto a través de un informe en el cual sustenta tales acusaciones. “El caso ha tardado cuatro años en llegar a los jueces, y es vital. Este tipo de vertidos nunca ha traspasado la barrera de las cortes en Nigeria” sostuvo Geert Ritsema, activista holandés de Amigos de la Tierra, al diario El País.
Shell es una de las mayores empresas de hidrocarburos en el mundo, especialmente en el sector petrolífero. Sus actividades en Nigeria son conocidas por ser de gran envergadura, donde produce más de un millón de barriles diarios de crudo.