Lionel Messi no solo es una estrella con pies, también lo es con el corazón. En el Barcelona vs. Sevilla, el argentino tuvo un noble gesto que demuestra su alto nivel deportivo.
Durante un contragolpe, Leo recibió una tremenda falta: una dura barrida de Daniel Carrico para cortar la jugada. Por su vehemencia, y por derribar a Messi, el portugués recibió la tarjeta amarilla de manera inmediata.
Resulta que el de Rosario, que voló por los aires, cayó con el brazo sobre la cara del defensor, quien se quedó adolorido en el césped.
De manera natural, el sudamericano se levantó más rápido y lo primero que hizo fue atender a su rival. Es más, ayudó al luso a ponerse nuevamente de pie.