El ex futbolista y entrenador de fútbol Jorge Valdano defendió hoy la relevancia social y cultural del fútbol, que, dijo, es el tema que más conversaciones genera en el mundo y fue, con el cine, el gran fenómeno del siglo XX.

Valdano pronunció hoy la conferencia inaugural del séptimo seminario sobre Lengua y Periodismo que se celebra en San Millán de la Cogolla, en La Rioja (norte de España), que aborda el uso del español en el periodismo deportivo.

El seminario lo inauguró la princesa de Asturias y en el acto intervinieron también el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, el presidente de la Agencia Efe, José Antonio Vera, el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, y el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano.

Valdano rechazó que al fútbol se lo considere el opio del pueblo, aunque recalcó que los aficionados delegan su orgullo en el balompié, porque sin pasión este deporte no sería un fenómeno sociológico, dijo.

Afirmó que, con muchos partidos de fútbol, parece que se va a acabar el mundo y su resultado final deja en los aficionados felicidad o infelicidad que parecen definitivas, aunque en pocos días renuevan sus pasiones y obsesiones.

El ex internacional defendió el sentido artístico del fútbol que históricamente ha vinculado a las clases populares con el sentimiento de belleza expresado por artistas como Pelé, Di Stefano o Maradona.

FÚTBOL: LA MAYOR FUENTE DE CONVERSACIÓN El fútbol forma parte de nuestra identidad cultural y se ha ganado el derecho de estar aquí, en libros y universidades, dentro de una sociedad más abierta y un mercado más amplio que ha llevado a que los intelectuales, dijo, dejen de asustarse por este deporte.

Finalmente, en la actualidad, el fútbol se ha reconciliado con la palabra y es la mayor fuente de conversación del mundo y un maravilloso laboratorio social, afirmó.

Valdano concluyó su intervención con una petición expresa a los futbolistas para cuiden su lenguaje, ya que los niños los admiran e imitan y eso los obliga a tener una conciencia responsable, pues cualquier frase suya puede contribuir —dijo— a que un relato sea emocionante o bochornoso.