En el fútbol la falta de eficiencia se disfraza de injusticia y cuando se desperdician ocasiones de gol se le cambia el rótulo y se habla de merecimientos. Eso es lo que le pasó a Alianza Lima en el empate 1-1 ante Inti Gas.

Sin quitarle valor al planteamiento del cuadro ‘gasifero’, los íntimos tuvieron en sus manos el partido. Una propuesta con alto promedio de posesión de balón le permitió a los blanquiazules buscar de todas las formas los goles que le dieran el triunfo.

En el primer tiempo, el delantero Jhony Vidales fue el que más intentó en Alianza Lima, pero sin concretar en los últimos 20 metros. El desplazamiento por la banda de Jorge Bazán le dio el recorrido de ida y vuelta, pero que no terminaban con un centro preciso. La contundencia ofensiva estaba ausente.

Mientras que el conductor Donny Neyra se metía de a pocos en el partido, Rodrigo Cuba ensayaba un remate sin temores desde fuera del área, que logró conjurar el golero Villassanti de Inti Gas. Hasta que Neyra se acordó de su buen pie e intentó una bolea que fue controlado por el golero de la visita.

Nuevamente, el ‘Bidón’ le pone pólvora a su botín que disparó de fuera de área tras girar sorpresivamente para que el balón sea desviado al tiro del esquina por el guardameta. Hasta aquí la posesión de balón no se traducía en el marcador.

En el segundo tiempo, la pelota parada regalaría lo mejor del partido. Pero la justicia y el merecimiento que no existe en el fútbol tuvo su sustento perfecto. A los 56 minutos Cuba le pone un pase magistral de 30 metros a Vidales y este desperdicia una clara ocasión de gol. Luego de cinco minutos, una combinación entre Paulo Albarracín y Vidales es desperdiciada por un mal control del balón del delantero.

Neyra siguió intentado a los 62’ de fuera del área y se encontró otra vez con la pared: Villassanti. Tras un centro de Rabanal el defensa Cuba no conecta de cabeza con dirección. Así las ocasiones se esfumaban y la desesperación por el paso del tiempo invadía a los íntimos.

Sin embargo a los 76’ un tiro libre de Jayo Legario, que se vistió de ‘crack’ por un instante, clava el balón al palo derecho del arco ‘gasifero’. Todo era felicidad, la imprecisiones se habían diluido y el desperdicio de ocasiones de gol eran olvidadas.

Pero la replica por parte de Inti Gas no demoraría ni 5 minutos, tampoco sería de menor calidad. El defensa Javier Chumpitaz también sabe de tiros libres. No la colocó con maestría pero le dio la dirección, la fuerza y la contundencia que dejo regado Alianza Lima en el campo inútilmente. Venció a Salomón Libman y marcó el empate definitivo.

No hay justicia, ni merecimientos. La visita aplicó el candado y en el tramite del partido no tuvo fisuras defensivas. Por otro lado, Alianza Lima hizo todo para ganar y no la metió jugando.

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