HORACIO ZIMMERMANN Redacción Online

La Sub 18 que dirige Daniel Ahmed clasificó a semifinales de los Bolivarianos luego de vencer 1-0 a Venezuela. El equipo se metió en la siguiente ronda de la competencia siendo líder del Grupo A con cuatro unidades –antes había igualado 1-1 frente a Guatemala–. Jugados dos partidos, la comparación de esta selección con la Sub 20 que también dirigió el argentino en el pasado Sudamericano disputado en Argentina es inevitable en cuestión de propuesta futbolística, funcionamiento individual y colectivo. Aquí, algunas diferencias:

Talento individual. La Sub 20 era un equipo que gozaba de futbolistas con mayor talento, amén de que la mayoría de ellos llegó con más competencia encima gracias al torneo de Reservas y a que algunos, inclusive, tenían más de 25 partidos en Primera División (Yordy Reyna, Miguel Araujo, Víctor Cedrón, Diego Chávez, Alexi Gómez, etc.). A esto se suma que otros jugaban en el extranjero, como Jean Deza, Cristian Benavente y Hernán Hinistroza.

A diferencia de la Sub 20, la Sub 18 cuenta con pocos futbolistas que tienen más de cinco partidos en Primera División, léase, principalmente, Sergio Peña (Alianza Lima) y Alexis Cossio (Sporting Cristal). A su vez, uno de los pocos que tuvo experiencia en el exterior fue Alexander Succar (Academia Cantolao), quien pasó por el Friburgo de Alemania. El otro era Renato Tapia –también integró la Sub 20– pero no fue cedido por el Twente de Holanda.

Estas son dos de las diferencias principales entre los dos equipos. La Sub 20 estaba dotado de mejor talento individual, algo que a un buen entrenador facilita la ejecución de una idea de juego. Que Marcelo Bielsa, un técnico de primer nivel, haya dicho que “se viene una generación de talla internacional interesante” explica perfectamente lo que fue ese equipo, catalogado por algunos expertos como la selección que mejor jugó al fútbol durante el último Sudamericano.

Las ausencias se notan. La Sub 18 tuvo aproximadamente un año de trabajo bajo la conducción de Ahmed; no obstante, la ausencia de algunos futbolistas se nota en el funcionamiento del equipo. Por ejemplo, Renato Tapia era fijo en el mediocampo. Se trata de un jugador que le da prolijidad al juego. Debido a su ausencia, inclusive, Ahmed tuvo que retrasar unos metros a Sergio Peña, quien ahora está obligado a lanzar pases largos por la larga distancia con los delanteros.

A este se suman las ausencias de Brian Bernaola (Esther Grande de Bentín), quien era titular indiscutido en el once de Ahmed como defensor central; y la de Yair Clavijo, el joven defensa de Sporting Cristal que falleció el pasado 21 de julio de este año durante el partido que su equipo disputó frente a Real Garcilaso en Urcos. Ambos conformaban la zaga central, sin embargo, el primero se lesionó y el segundo, lamentablemente, falleció.

La propuesta. A diferencia de la Sub 20, que era un equipo que saltaba al campo con la idea de protagonizar antes que ceder, la Sub 18 de Ahmed se muestra como una selección más flexible, que negocia la posesión de la pelota, que por momentos intenta ser asfixiante en la recuperación de la misma, que no tiene reparos en replegarse para justificar el resultado a favor, y que se muestra en algunos pasajes débil en defensa.

¿Por qué débil? A partir de errores individuales; de la pérdida del balón en sectores diferentes al área que repercuten en opciones para el rival; y de algunas fallas de funcionamiento colectivo, visibles cuando el rival lo supera en número de hombres.

Pese a lo antes expuesto, el equipo debe mejorar porque aún muestra deficiencias tanto con la pelota como sin ella en los pies. Ecuador será un rival, creemos, aún más difícil que los anteriores.