Después de Diego Penny, la figura de la definición del torneo hoy fue Edgar Balbuena, el paraguayo que coronó su buena labor en la zaga del Juan Aurich anotando el segundo penal de su equipo ante Alianza Lima.

En la celebración, el correcto back apuntó que desde su llegada al cuadro chiclayano se propuso obtener el campeonato y tuvo fe que ello se iba a concretar, aún después de caer como locales en el primer cotejo del ‘play off’.

“Perdimos el primer partido, pero sabíamos que eramos un grupo muy fuerte y unido. Teníamos confianza en sacar adelante el choque en Matute, ganamos y el tercer partido ya llegamos con una fe inmensa. Matute y el Nacional fue copado por ellos, pero eso nos motivó a sacar adelante el partido”, manifestó.

El guaraní dedicó el título al pueblo chiclayano “que por primera vez sale campeón”, y consideró muy importante para su carrera haber pasado a la historia del Aurich dándole un campeonato.

En tanto, dijo que todavía no tiene claro si va a continuar defendiendo al cuadro norteño, aunque precisó que su intención es jugar con este club la Copa Libertadores.