Criticado cuando fue técnico de la selección peruana y cuestionado en el banco de Alianza Lima. El técnico uruguayo se ha cobrado una revancha que estaba pendiente en Perú. (Foto: USI)
Criticado cuando fue técnico de la selección peruana y cuestionado en el banco de Alianza Lima. El técnico uruguayo se ha cobrado una revancha que estaba pendiente en Perú. (Foto: USI)
Jasson Curi Chang

Mañana será recibido por miles de hinchas en el Callao. Pero hace unos años llegó con una pequeña maleta y una gran responsabilidad para ser el técnico de la selección peruana. ¿O la memoria es selectiva y ha olvidado que entre el 'Mago' y el 'Tigre' estuvo Pablo en el banco peruano?


El 12 de marzo del 2014 mientras 32 selecciones alrededor de todo el mundo se preparaban para asistir al Mundial de Brasil, arribaba al Aeropuerto Jorge Chávez para dirigir a la eliminada selección peruana. Apenas y se tiene un registro videográfico de su llegada a Lima. No lo recibió la prensa con preguntas incómodas, pero sí algún incauto taxista que le gritó: "Regrésate a tu país".


Acostumbrados a mirar por debajo del hombro a quien no tenga un gran currículum, el hincha peruano recargó todas las frustraciones del proceso de Sergio Markarián contra Pablo Bengoechea, quien fue su asistente técnico. Esta, digamos, fue la última gran decisión de Manuel Burga en el cargo de presidente de la FPF. Y con las encuestas en contra y en un clima lleno de dudas fue presentado en la Videna.


"Con o sin experiencia, la idea es cumplir los objetivos", dijo entre otras cosas a su llegada a San Luis. En todo el 2014 convocó a un total de 43 jugadores para la selección. Dos nombres resaltan por encima de la lista: Pedro Gallese y Miguel Trauco. Bengoechea fue el primero en llamarlos y hoy son titulares en el equipo de Ricardo Gareca. El mejor de su proceso no fue Paolo Guerrero sino Carlos Ascues (5 goles en 6 partidos). Mandó a la banca a Claudio Pizarro en un partido en Valparaíso ante Chile (derrota 3-0). Cayó 3-0 en Wembley ante Inglaterra y, en Lucerna, 2-0 frente a Suiza. Ganó en los remotos países de Irak y Catar, y su saldo en 9 partidos dirigidos es de 5 triunfos y 4 caídas.


Apenas Edwin Oviedo asumió la presidencia de la FPF le dijo a El Comercio: "Le agradecemos al profesor Bengoechea por su tiempo aquí en la selección. Vamos a tener una reunión con él y le comunicaremos nuestra decisión". Pablo salió de la Videna en diciembre del 2014 y un mes después era designado como técnico de Peñarol de Uruguay.


Con el cuadro mirasol ganó el Clausura 2014-2015 en junio y el Apertura 2015-2016 en diciembre. Sin embargo, en la definición de la temporada contra Nacional perdió por 3-2. Cabe la casualidad que los dos goles de Peñarol fueron anotados por Luis Aguiar. Nunca terminó de convencer ni a la directiva ni a los hinchas. Sus dos títulos fueron criticados pues tuvieron menos del 70% de efectividad. En enero del 2016 dejó el cargo.


Ahora vamos a situarnos en noviembre del 2016. Perú había goleado 4-1 a Paraguay en Asunción por Eliminatorias y la prensa esperaba al equipo de Gareca. De la puerta de Llegadas Internacionales del Jorge Chávez salió Pablo Bengoechea, quizás sorprendido por la presencia de los medios. Había venido al Perú en silencio a negociar su contrato con Alianza Lima. En días del jolgorio peruano pocos prestaron atención a la presencia del uruguayo en Lima. La negociación se cerró y Bengoechea dejó una lista de pedidos a la administración aliancista.


Desde el día 1 como técnico de Alianza Lima recibió muecas de todos los sectores aliancistas. Más aún cuando con el transcurrir de los partidos su Alianza Lima renunciaba a la tradición del juego vistoso y se reconvertía en un cuadro batallador. "Más garra que corazón", renegaba el hincha en las gradas de un Matute más acostumbrado a la huachita y al taquito. Pero, ¿cuánto importa hoy eso? Alianza Lima es campeón del torneo Apertura y la mitad del país celebra, salta y se abraza amando a un equipo que ha hecho lo justo para ser el mejor.

Si se tomó la revancha o no en Perú, solo la historia juzgará. Lo que sí ha pasado es que el tiempo y el trabajo se encargaron de poner a Pablo Bengoechea en el lugar que se merece.

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