En el Ministerio del Interior hablaron de los miles de efectivos, de los anillos de seguridad, del traslado en portatropas y camiones, de las requisas, de las cámaras de seguridad. ¿Se discutían los detalles de un posible ataque militar a Lima? No. Solo de un partido de fútbol.

No de cualquier partido, aclaremos. Se trata del superclásico. Y si todo sale mal –para las tesorerías de ambos clubes– el último de la temporada 2013. Por el nivel de violencia al que se ha llegado –la muerte del hincha aliancista Walter Oyarce en el 2011, precisamente en el Monumental–, era justo y necesario.

La reunión de ayer al mediodía entre Jorge Vidal, gerente de Universitario, y el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, sirvió para confirmar que el partido del domingo va en Ate a las 3:45 p.m. “Será el clásico más seguro de la historia”, dijo después Vidal en RPP.

“Vamos a demostrar en el clásico que somos una sociedad de paz. El ministro Pedraza va a encabezar la operación. Vamos a hablar con las barras de la ‘U’ y Alianza, todo estará bajo control”, dijo Vidal.

Casi a la misma hora, representantes del Indeci hicieron una última revisión en el Monumental. También el alcalde de Ate, Óscar Benavides, pidió que se garantice la seguridad para quienes viven cerca del coloso crema. Benavides anunció que hoy, muy temprano (6:30 a.m.), personal de la Policía y el serenazgo de ese concejo continuarán con las inspecciones.

¿Cuáles serían las medidas de seguridad? Aunque recién en las próximas horas se hará oficial, Universitario se ha comprometido a tres cosas, según pudo confirmar DT: 1. Contratar personal privado de seguridad para las cuatro tribunas y las inmediaciones. 2. Habilitar la totalidad de cámaras de seguridad dentro del Monumental. 3. Diseñar un plan de ingreso y salida de Ate para ambas barras.

El clásico va en el Monumental. Las entradas están a la venta en Teleticket (25 soles populares, 45 Oriente, 90 Occidente y 150 butacas). La administración crema espera recaudar un millón de soles por el partido. Y ganar tres puntos, claro. La punta, posiblemente, estará en juego.