Mohamed Salah: el lado solidario del futbolista que vale 150 millones de euros

En el 2013 todo un pueblo se vistió de gala para la boda de su hijo ilustre. Mohamed Salah se casó ese año con su amada Magi, una mujer de su ciudad con la que comparte creencias y la humildad de no olvidar a los suyos, además de su pequeña Makka.

Para su boda, Salah hizo una invitación abierta para todos los pobladores de Nagrig, su ciudad natal a 130 kilómetros de El Cairo, y miles de personas llegaron al evento aquel 17 de diciembre del 2013. El futbolista los recibió gustoso.

Es que para Salah sus orígenes son más que importantes y ha dado muestra de ello con diferentes gestos. Él mismo dona dinero mensualmente para ayudar a las familias más pobres.

“Somos 100 millones de personas y yo quiero ser un buen modelo para todos. Por eso intento ser natural, no fingir nada ni mentir, sea en las redes sociales o en entrevistas”, aseguró en una entrevista. Y vaya que lo ha logrado.

Pero no es lo único que ha hecho por su ciudad. Luego de la clasificación al Mundial 2018, para el cual Mohamed marcó el penal definitivo, un empresario Mamdou Abbas, uno de los más poderosos del país africano, le regaló una mansión. El futbolista lo rechazó y a cambio le pidió que donara dinero para construir una escuela industrial en su pueblo. Hoy esa institución lleva su nombre.

"Sigue siendo uno más. Una persona buena y creyente", dicen sus vecinos. "Es un honor para toda la familia", comenta a "El Mundo" de España su primo Talat Muatamed, maestro de inglés en el pueblo.

También ha donado dinero para la construcción de un hospital. Antes compró la primera ambulancia de la zona y equipó la institución con materiales médicos.

Cuando fichó por el Liverpool, hace dos años, una de sus primeras acciones fue donar 240 mil euros a un fondo monetario de Egipto. Y también pagó 70 bodas en su pueblo.

En su país lo conocen como "El creador de la felicidad". Se lo ganó por su juego, por sus goles, pero también por sus acciones. Su pase está valorizado en 150 millones de euros, pero su corazón, su lado solidario vale mucho más, vale la alegría de miles de personas.