Ganó el Dakar en el 2010, pero eso, para él, no le da el título de favorito. Carlos Sainz regresa al Dakar con un buggy, y prefiere mantener la cautela con sus expectativas. “Confío en que el coche pueda ser competitivo, pero va a ser difícil luchar por la victoria por la fiabilidad y los pocos kilómetros que hemos hecho, afirmó el español, tras pasar las revisiones técnicas.

El piloto explicó que el buggy, impulsado por Nasser Al-Attiyah, tiene más recorrido de suspensión, es más ligero, lleva un motor un poco más potente que el resto de vehículos y ofrece la posibilidad de inflar y desinflar los neumáticos desde dentro del auto. En tramos de camino va mejor el cuatro por cuatro, pero en el desierto funciona mejor el de dos ruedas motrices (traseras), señaló.

Sainz aseguró que el objetivo en este primer año es aprender cada día. Será importante cada kilómetro que hagamos. Nos interesa que el coche vaya pasando etapas”, sentenció.

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