Lima 2019: vóley ya no tendría coliseo en Juegos Panamericanos
Lima 2019: vóley ya no tendría coliseo en Juegos Panamericanos
María José Fermi

Es natural que cada ciudad sede de un evento deportivo tenga un espacio que se convierta en su símbolo. Ahí está el Nido de Pájaro de Beijing 2008 o la Villa Panamericana en Toronto 2015. Para muchos, el Gran Coliseo de Lima, donde se jugaría el vóley, era el llamado a convertirse en el corazón de los . Esto, sin embargo, ya no sería posible: la construcción del polideportivo en el Rímac habría sido descartada por la organización.

Desde que se presentó la candidatura, el coliseo en Cantagallo era uno de los mayores atractivos de la propuesta. Ubicado cerca a la Plaza de Acho, su construcción favorecía la reactivación de esta zona y además, con capacidad para 12 mil personas, se convertía en el nuevo escenario deportivo que pide y necesita una ciudad de casi 10 millones de habitantes. El Dibós (con un aforo para 6 mil espectadores) queda cada vez más chico.

Deporte Total pudo conocer, sin embargo, que el Gran Coliseo de Lima no sería incluido en el nuevo Plan Maestro que viene trabajando el Comité Organizador (Copal). “Algunos inconvenientes con los shipibos [que viven en el área] y comerciantes que se encuentran en esa zona complican el proyecto”, explicó Arturo Woodman, miembro del Copal.

Para el vóley –deporte que se habría jugado en este recinto– es una mala noticia. “Aunque esto escapa de nuestra administración, pensando a futuro nosotros buscamos, como mínimo, un coliseo de 8 mil o 10 mil personas. El público crece cada vez más y el Dibós ya no se da abasto”, explicó Luis Linares, presidente de la Federación Peruana de Vóley.

Segunda opción

El Copal estaría mirando al sur de la ciudad en busca de una solución. Un espacio en Villa El Salvador –posiblemente el Parque Zonal Huayna Cápac– se convertiría en la casa del vóley para Lima 2019. Lamentablemente allí el coliseo a construir solo tendría capacidad para 7 mil espectadores y no gozaría de la ubicación de fácil acceso en el centro de la ciudad. Lima 2019 se quedaría, entonces, sin ese corazón deportivo que latiría con fuerza décadas después de los Juegos Panamericanos.

Contenido sugerido

Contenido GEC