Nick Kyrgios enfrentará mañana (4 a.m.) al noruego Casper Ruud por los dieciseisavos del Master 1000 de Roma. (Foto. AP)
Nick Kyrgios enfrentará mañana (4 a.m.) al noruego Casper Ruud por los dieciseisavos del Master 1000 de Roma. (Foto. AP)
Marco Quilca León

Uno de los consejos que mi madre me dio para la vida es que debo elegir la profesión que me haga feliz y nunca perder la pasión por lo que hago, porque eso me moverá a buscar ser el mejor. ¿Qué pasa cuando alguien carece de ese sentimiento muy fuerte hacia algo? ¿Qué ocurre si esta persona nace con talento innato digno de los mejores, pero lo desperdicia con sus actitudes? Pues vendría a ser la encarnación máxima sobre esas dudas. El australiano de 24 años, que fue catalogado una de las mayores promesas del tenis en el 2013, sumó el último martes una nueva polémica a su corta carrera que tiene más críticas que juegos ganados. En su debut en el Masters 1000 de Roma se impuso al ruso Daniil Medvedev con algunas extravagancias que se han convertido parte de su repertorio. Desde sacar por debajo o esperar el saque de su rival jugando con su raqueta o dar la espalda al juego durante una devolución.

Pero lo peor vino este jueves en la segunda ronda: en su duelo ante Casper Ruud, el australiano reclamó un fallo tirando su raqueta contra el piso, luego pateando una botella y después lanzando una silla a la pista de juego. El árbitro lo descalificó y se despidió de Roma cuando perdía 6-3, 6-7 (5) y 2-1.

En el tenis no se toleran ese tipo de actitudes. El reglamento de la federación internacional es claro: “Un jugador debe usar sus mejores esfuerzos para ganar un partido cuando está compitiendo en un torneo”. Sin embargo, Nick usualmente no lo hace. En junio del 2017, el oceánico brindó una entrevista al diario británico “Daily Mail” señalando que en aquel año jugó 18 partidos y se dejó ganar en ocho de ellos. Un falta de respeto total hacia el deporte.

Esta fue la bufonada de Kyrgios ante Medvedev

En tiempos donde se le exige al deportista ser profesional desde su infancia, el ‘Bad Boy’ del tenis –como ha sido llamado por sus actitudes- prefiere jugar Pokemon Go antes que entrenar. “Cuando tenía 14 años, mis padres me dijeron que no podía seguir jugando al baloncesto y al día de hoy esas palabras me siguen rompiendo el corazón. Fue una de las cosas más complicadas que tuve que hacer. Amo el baloncesto", se confesó hace poco Kyrgios reconociendo que el tenis nunca fue su prioridad, solo lo siguió porque su hermano Christos lo practicaba antes de ejercer la abogacía.

“Yo juego al tenis sabiendo que soy infeliz lejos de casa”, dijo luego de su victoria ante Medvedev. El australiano, de origen griego por su padre y malayo por su madre, a sus 24 años ha dejado de ser la promesa del tenis mundial por sus constantes inconductas y ha pasado a ser un ejemplo de lo que no debe hacer un profesional.

A continuación repasamos todas las polémicas de Nick Kyrgios en el ATP:

-Un hombre de pocas palabras-

Tras perder ante el suizo Stan Wawrinka en el Masters 1000 de Toronto del 2018, Nick tuvo una actitud desagradable con los periodistas en una rueda de prensa. Llegó de mala gana, respondió con monosílabos y mostró gestos de fastidio ante las preguntas.

Kyrgios, un hombre de pocas palabras. (Video: Youtube / Foto: Captura)

-Se deja ganar-

En un partido ante el alemán Mischa Zverev en la segunda ronda del torneo de Shangái, Kyrgios jugó como si fuera un aficionado, más que un jugador de primer nivel. Saques de amateur y puntos que ni siquiera disputó le costaron la amonestación del árbitro. Algo similar le pasó en un encuentro ante el francés Richard Gasquet en Wimbledon, dejando pasar las bolas descaradamente.

-Se hizo el dormido ante Murray-

El australiano se quedó -o se hizo- el dormido durante un descanso del partido ante el británico Andy Murray, tras perder el primer set. “Solo me echaba una siesta. Es bueno para la salud”, explicó luego del partido.

La siesta de Nick ante Murray. (Video: Youtube / Foto: AP)

-Comentario hiriente-

Demostrando su falta de respeto ante sus propios compañeros, Nick le hizo un comentario desatinado a Wawrinka. En pleno partido quiso sacar de quicio al suizo afirmándole que se novia se había metido a la cama con el tenista Thanasi Kokkinakis. “Tu novia se ha acostado con Kokkinakis, lo siento colega”, dijo. Le valió una sanción que pidió el propio Wawrinka.

-No todo es malo, hasta que sus palabras lo arruinan-

Nick es uno de los pocos tenistas en la actualidad que puede decir que ha logrado vencer a los tres miembros del ‘Big Three’ del tenis: Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer. Incluso, tiene una historia favorable ante el serbio (2-0), iguala con el español (3-3) y solo pierde ante el suizo (1-3). Sin embargo, cuando fue consultado sobre sus triunfos y la labor de respetar a aquellos que han ganado tanto en el deporte de la raqueta, dijo: “No sé cuánto respeto les muestran pero yo no voy a respetar a alguien solo porque puede pasar una pelota por encima de la red”.

Por ello, no sorprende que Nadal se refiera a él como “un jugador que tiene un talento descomunal, pero por sus actitudes está donde está”. El australiano ocupa en la actualidad el puesto 36 del ránking ATP, un lugar que no le hace honor a sus habilidades con la raqueta.

Lo que a Kyrgios le parece divertido, el mundo del tenis se lo recrimina. Lo que para Nick es un deporte más, para muchos tenistas, como el propio Federer, es una pasión por la que se desviven. El primero tiene cinco títulos en seis años de carrera, el segundo llegó a los 101. He ahí las diferencias.

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