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Realizar un buen calentamiento antes de salir a correr y hacer el respectivo estiramiento después de tu práctica de  es clave dentro tu entrenamiento. No solo te ayudará a rendir de manera óptima, sino que te ayudará a evitar que se generen adherencias o contracturas que a larga podrían convertirse en lesiones mayores.

“Al iniciar una actividad física, los músculos, tendones y ligamentos están rígidos. Es por ello que se recomienda hacer ejercicios suaves sin forzar al músculo a la hora de calentar. La calistenia, que implica hacer movimientos repetitivos usando tu peso, facilita la lubricación articular y la movilización muscular”, señala Lilia Alameda, directora de Fisioterapia TMO y especialista en rehabilitación.

Lo que se busca con el calentamiento es que el cuerpo prepare los músculos y tendones para la actividad física, entre en calor y active el sistema cardiovascular. Es importante prestar especial atención a los tobillos que sufrirán todo el impacto y peso durante el ejercicio.

Asimismo, al terminar el entrenamiento, es recomendable realizar “estiramientos en toda su amplitud para facilitar la eliminación del ácido láctico y mejorar la oxigenación post competencia”, agrega Lilia Alameda. Esto permitirá que los músculos reduzcan la tensión generada por la intensidad del trabajo y vuelvan a su estado natural. Se recomiendan que cada postura dure entre 15 y 20 segundos o se realicen en el mayor tiempo posible sin llegar a generar dolor.

El entrenador Pablo Ulloa propone varios ejercicios para lubricar las articulaciones, entrar en calor y hacer un adecuado estiramiento. La rutina incluye elevación de piernas, trote, taloneo, skipping, saltos con rotación de tronco, entre otros. Ponlos en práctica y ve preparándote para el segundo reto del .

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