MARIO FERNÁNDEZ

Ya está, ya fue. El Mundial se jugará sin nosotros. Igual respondemos cinco interrogantes de la derrota de Perú ante Uruguay en el Nacional. En caliente, como ustedes, como nosotros.

1) ¿El árbitro influyó? Sí, fue determinante. El argentino fue un mamarracho, que perjudicó en el fallo de las divididas y que dio por penal un teatro de ese gran mañoso que es Suárez y botó a Yotún cuando bien pudo ser amarilla. Ya con el 0-1, cobró mal para los dos, pero fue muy bajo lo suyo.

2) ¿Quién fue el crack del partido? Suárez, no lo dude. Fabricó el penal de Ramos, hizo echar a Yotún y marcó los dos goles. Nunca tan decisivo, nunca tan importante. Si había un fantástico en la cancha, fue él. Perú no tiene uno así. Pizarro y Paolo son mucho menos.

3) ¿Las apuestas individuales de Markarián sirvieron? No todas. Advíncula es apenas empeñoso, pero no se muestra como salida. Ni sus compañeros parecen tenerle fe. Ballón, en cambio, sí funcionó e hizo un partido correctísimo en los 45 minutos que jugó. Y nobleza obliga en el caso de Ramos: hizo un aceptable partido, sin complicarse, pero la maña de Suárez lo expone a la crítica fácil.

4) ¿Hay chances todavía? Numéricas sí, pero futbolísticas no. Es casi imposible ganarle a Venezuela, Argentina y Bolivia y que se den resultados que nos ayuden. Perú ya depende de otros resultados, pero no parece tener suficiente nivel de jugadores o cantidad de elementos para realizar la lucha. La selección suma 6 o 7 de categoría, pero carece de 15 o 16 para armar un plantel digno de ir a un Mundial.

5) ¿Qué cambios cantados habrá contra Venezuela? No estará Farfán, pero vuelven Zambrano y Retamoso. Las chances del martes son remotas, pero queda hacer un partido valiente y competitivo. No hay otra.