HORACIO ZIMMERMANN @Horacon Redacción Online

La selección confirmó que de visita fue un equipo débil en todo el proceso. El equipo utilizó los pocos recursos que tuvo ante la ausencia de ocho habituales titulares y perdió 3-1 ante Argentina en Buenos Aires. La respuesta del equipo peruano fue la misma que se percibía desde afuera: aguantó hasta donde pudo y se mantiene en el séptimo lugar de las Eliminatorias con catorce unidades a falta de un partido ante Bolivia en Lima.

Perú asumió su inferioridad y contestó con cierta rebeldía y compromiso a base del esfuerzo de los jugadores jóvenes que tuvo en el campo. La bicolor entendió de principio a fin que en lo futbolístico la situación era irreversible, ante el líder de las Eliminatorias, pese a que tuvo destellos de buen fútbol, sobre todo cuando ‘Cachito’ Ramírez tuvo contacto con el balón.

El ataque peruano tuvo pocas ocasiones para habilitar a Pizarro en los metros finales. Dio la impresión de que la única manera de anotar era sacando ventaja del error de rival. El tanto de Claudio es un reflejo de ello: los dejaron solo y Gómez lo habilitó, con un pase largo. Pizarro definió con la frialdad que no pareció tener antes, durante el proceso. Se la picó a Romero.

La alegría y la sorpresa duraron poco. Apenas un minuto. Lavezzi marcó el empate ahí nomás y él mismo le dio vuelta antes del final de la primera etapa. Argentina, ni tan bueno ni tan vistoso, se fue al descanso siendo eficaz en ataque. No necesitó de muchas ocasiones para marcar. En la mayoría, tanto en el primer como en el segundo tiempo, fueron jugadas calcadas. Desborde, centro raso en paralelo o atrás y la llegada de un argentino para rematar.

CEDIÓ POSESIÓN Y OCASIONES Si en la primera etapa los de Markarián despreciaron la posesión y cedieron pocas ocasiones claras (pese a que siempre nos llegaron y fácil) a partir de cierto orden defensivo; en la segunda cedieron el total del protagonismo al equipo de Sabella, que creó muchas oportunidades a partir del desequilibrio individual y colectivo.

Perú cambió en la segunda etapa. Se convirtió en un equipo predecible y fácil de marcar. Cada peruano quedó aislado de sus compañeros y la bicolor quedó relegada a desequilibrar solo a través de una acción individual. Era su única alternativa peligrosa en ataque. No lo logró pese a los intentos de Benavente, que entró bien y demostró que la camiseta no le pesa.

Argentina se mostró como un equipo poco convincente sin Messi, Higuaín y Mascherano. No obstante, cuando no juega bien, tampoco deja que el rival lo supere. Perú no fue más que los albicelestes en ningún momento. Los de Sabella sentenciaron con un tanto de Palacio para asegurar el liderato de las Eliminatorias. Eso sí, aún está lejos de mostrar su mejor versión.