"Nacionalizarlo sí, ‘cogotearlos’ no", por Carlos Univazo
"Nacionalizarlo sí, ‘cogotearlos’ no", por Carlos Univazo
Redacción EC

Carlos Univazo
Columnista DT

Nacionalizar jugadores es una cosa de la que con el paso del tiempo he cambiado de opinión, hoy soy partidario. Años atrás tenía esa imagen sublime de que para ponerse la blanquirroja, con los oriundos era suficiente y para ‘prestársela’ a un extranjero este tenía que ser más o menos un Messi escondido y sin suerte. Ahora pienso todo lo contrario. Veo a Italia, Inglaterra, Alemania, potencias que hoy hacen lo mismo (y no siempre para jalar un ‘9’ o un ‘10’) y me pregunto quiénes somos futbolísticamente para rehusarnos a ello. A nuestra camiseta hoy cuesta llenarla con lo que tenemos, y para hacerlo ya no soy tan exigente. Lo que venga, nomás, total con este sistema de Eliminatorias, más largo que la Copa Perú, con que el ‘naturalizado’ sirva para un par de partidos, ya cumplió su rol.

Antes nacionalizábamos un futbolista para la selección y era una cosa increíble, como un matrimonio, casi para toda la vida, tenía que servirnos para un par de Eliminatorias y tres Copas Américas, mínimo. Y el ‘feliz agraciado’ debía agradecer (si era llorando, mucho mejor) por haber encontrado aquí su segunda patria, todo un ritual. Ahora los foráneos se nacionalizan para no ocupar plaza de extranjeros en su club (siempre cumpliendo requisitos migratorios, claro). Así aseguran su estabilidad laboral y la institución... puede traer más extranjeros. Total de eso se trata. Pasa en todos lados, no solo aquí, ojo. La diferencia es que nuestra selección, chauvinismos al margen, necesita más que otras a estos ‘naturalizados de ocasión’. Y si hay que rogarles, se hace nomás. Claro, para intentar ir al Mundial, lo que menos se necesita es pudor, entenderán algunos. Al coche del “por favor, por favor, qué te cuesta, di que sí” no me subo.

Acaba de pasar con . Se nacionalizó y al toque nos regalamos con lacito para que juegue en nuestro equipo. Él ha sabido zafarse, por el momento, aduciendo que en su puesto “hay muy buenos jugadores”, o sea, encima con ‘cachita’ fue la cosa. Seamos pobres pero dignos, tampoco metamos presión al que no quiere.

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