ELKIN SOTELO @Elkinsot_DT

Con Reimond Manco poco lúcido y con chispazos entusiastas de Edison Flores no alcanza. No, al menos, para reemplazar a Juan Manuel Vargas en el partido que en pocas semanas Perú tendrá contra Uruguay (6 de setiembre) y que significará su ingreso a la zona de clasificación momentánea o su alejamiento del sueño.

Tampoco es que el triunfador de hoy sea el Loco y que siga con el puesto garantizado. La decisión de reemplazar al hombre tendría que virar hacia cambiar el sistema moderadamente para equilibrar la líneas y no perder arriba la jerarquía de Claudio Pizarro, Paolo Guerrero y un poco detrás a Jefferson Farfán.

Con Vargas Perú estuvo condenado en los últimos partidos a conservarlo como extremo izquierdo sin la ida y vuelta añorada y sin esa potencia de llegar a la raya final para sacar muchos centros precisos. Tampoco ha tenido disparos desde fuera del área que consoliden una zurda que no dejó de ser una promesa. Al ‘Loco’ ya no hay cómo protegerlo en este momento que ni siquiera tiene su futuro profesional definido.

EL EQUIPO SOÑADO De medio campo para adelante, el equipo soñado de Markarián ha sido el 4-4-2: Ramírez, Cruzado por el centro; Vargas y Farfán como extremos y Pizarro y Guerrero en línea de ataque. Así se dio el gusto de proteger la jerarquía del equipo cuando juega de local, con riesgo a mostrarse descompensado en marca por momentos.

No siempre funcionó el juego por la bandas en Perú. De hecho, en esta última parte de la Eliminatoria dejaron mejor impresión los minutos en que Mariño jugó detrás de los delanteros por el centro, la incursión de Yotún para el gol de Farfán y, justamente, aprovechando a Jefferson más cercano del área que por la raya derecha.

LAS ALTERNATIVAS Hay algunas opciones que harían que dejemos de pensar en Vargas y el juego exclusivo por las bandas. Aquí va una: el 4-3-1-2. ¿Cómo sería? A partir del medio campo tener a tres hombres que signifiquen marca, equilibrio y tenencia de la pelota como Cruzado, Ramírez y Retamoso. Metros más adelante a Jefferson Farfán suelto, con dinámica y libre de ataduras; asociándose y haciendo un juego doloroso para los uruguayos. Luego mantener la línea de ataque con Pizarro y Guerrero.

Otra: el 4-3-3. Dejar al medio a Cruzado, Ramírez y Retamoso y enviar como semiextremos a Guerrero y Farfán, para dejar a Pizarro solo en punta. Eso sí, todo sistema está sujeto a encontrar a los intérpretes en su mejor versión. Esa es intervención exclusiva de los jugadores más que del entrenador. A estas alturas de las Eliminatorias es difícil que un seleccionador apueste por futbolistas poco examinados. Estamos en plena definición de la competencia.

¿Qué decisión crees que tomará Sergio Markarián?