DAVID HIDALGO JIMÉNEZ @DavidsCreator Redacción online

Aquí no diremos que el árbitro argentino Patricio Loustau fue el responsable de la derrota de Perú, eso se lo dejamos al hincha o al discurso de Sergio Markarián quien no dudó en decir “yo voy a hacer lo posible para que este árbitro no vaya al mundial”.

Aquí decimos que su arbitraje fue malo en general, para ambos equipos. Su pésimo accionar comenzó por ser muy blandito con los uruguayos Diego Godín y Diego Lugano: el primero le pegó un pisotón a Paolo Guerrero y el segundo le tiró un codazo en la nuca a Jefferson Farfán. Así se ganó Lugano la primera amarilla del partido, pero su falta fue para expulsión.

En la jugada que falla ‘Cachito’ en el mano a mano ante Muslera, el arquero se llevó de encuentro al peruano. ¿Penal? En esta acción la interpretación del juez no pasó de una jugada dividida con fuerza.

Luego llegó el tremendo codazo de Walter Gargano a Paolo Guerrero que le abrió la cabeza al ‘Depredador’. Si bien el charrúa no lo ve a Paolo, sí mueve el brazo con la intención de golpear a quien sea. Loustau no le sacó ni amarilla.

En ese momento, con sólidos argumentos, los jugadores peruanos y los hinchas ya le habían puesto la puntería al colegiado argentino.

No se equivocó en el penal cobrado a Suárez, pero la paciencia se desbordó cuando no dudó en sacarle la tarjeta roja a Yoshimar Yotún cuando el primer tiempo expiraba y Perú perdía 1-0.

En el segundo tiempo no cobró un penal clarísimo de Advíncula sobre Cavani: fue un empujón grosero y Loustau estaba muy cerca de la jugada. Antes, Raúl Fernández había hecho volar en el área peruana al mismo delantero uruguayo cuando se jugó la vida en un ataque rival. Si cobraba una de estas dos, el daño hubiera sido peor. Al final del partido un hincha quiso hacer justicia con sus propias manos, pero felizmente fue repelido por los policías.

El nombre de Patricio Loustau no lo vamos a olvidar porque su accionar fue malo, pero que no se diga que una vez más perdimos por culpa de un mal arbitraje.