MIGUEL VILLEGAS @prakzis

Claudio Vivas lo piensa. Se demora. Los silencios en la radio y en la TV son delatores y, aunque son segundos, parecen horas. El técnico de Cristal está al otro lado del teléfono en una nota radial con Daniel Peredo y Chemo del Solar y responde como tomando aire. “Si lo llaman, lo analizaría, como cada propuesta que recibe. Tomaría una decisión final si es invitado a algún tipo de reunión o situación que a él le siente cómoda”, dice en radio Capital. La charla ocurrió a inicios de noviembre. El seleccionador de Perú Sergio Markarián todavía no deja su cargo, pero, como es usual en el país, ya se habla hasta de tres candidatos a sucederlo: Gareca, Mosquera y, por supuesto, Bielsa. El eterno problema: las (malas) preguntas de ¿quién viene a arreglar esto?, ¿cuándo debería ser?, ¿cómo lo va a arreglar y para qué?

Bielsa lo analizaría, dice Vivas, el hombre que más lo conoce en el fútbol peruano. De hecho, el actual técnico de Cristal fue su asistente de campo en los 6 años con la selección argentina, entre 1998 y el 2004. Analizaría la propuesta peruana como cualquier otra y muy posiblemente la descartaría porque el fútbol peruano no reúne las condiciones mínimas que lo llevaron a aceptar Chile, por ejemplo. ¿Cuáles eran? 1) Un universo de 20 jugadores de primer nivel. 2) Directivos serios y profesionales que puedan blindar un proyecto de tres años. 3) Técnicos instalados en el medio que compartan su filosofía de trabajo. Así llegó a Chile, según se puede interpretar tras la lectura del libro “La vida por el fútbol”, una biografía no autorizada sobre Marcelo Bielsa escrita por el periodista argentino Roman Iucht. ¿Perú cumple estas condiciones? Hoy no.

1) VEINTE JUGADORES DE NIVEL Exagerando, la selección cuenta con cinco jugadores en el primer nivel europeo –no necesariamente titulares–: Pizarro, Farfán, Vargas y Zambrano. Podríamos sumar a Guerrero en Brasil. Después, nada. Hay proyectos –Benavente en el Madrid Castilla, algún otro–, pero nada más. En agosto del 2007, tras cinco conversaciones telefónicas y una reunión en la casa de Bielsa en Rosario, Harold Mayne Nicholls y Marcelo Bielsa acordaron su vínculo con la ANFP. “En el fútbol chileno hay 20 jugadores importantes”, dijo Bielsa el día de su llegada a Santiago. Mayne Nicholls se sorprendió por la investigación de Bielsa. Ni siquiera los tuvo que presentar esa noche; el ‘Loco’ ya sabía de ellos. Cuando Pancho Lombardi le ofreció el cargo a Marcelo en 1992, hubo una conversación parecida. Le sobraron los dedos de una mano al directivo. Hoy Burga no podría hacer lo mismo.

2) DIRECTIVOS SERIOS Y PROFESIONALES. Estas condiciones, que deberían ser básicas, no sostienen el directorio de la FPF. Basta recordar que el primer vicepresidente de Burga, Alfredo Britto, es el titular de la Liga Departamental de La Libertad, acaso la que más problemas y denuncias en la Copa Perú tiene. La desaprobación de Burga en todas las encuestas de Ipsos Apoyo de los últimos siete años está, claramente, por encima del 90%. ¿Qué seleccionador se sentaría a negociar con un directorio así? En el 2007, un Mayne Nicholls con pasado periodístico, en coordinación de torneos internacionales FIFA y con posgrado en Administración de Empresas, pudo convencer al entrenador más allá del dinero. Era el primer gran reto de su gobierno como presidente de la ANFP. Tenía el crédito abierto, pese a recibir una selección eliminada del Mundial 2006, última en la tabla, y con pasado inmediato de indisciplina (Copa América), acaso coincidencias de este Perú con el Chile de entonces. La FPF de Burga no tiene ese crédito.

3) TÉCNICOS DE RAÍZ BIELSISTA Un entrenador de menores de la FPF dijo que desde el entorno de Bielsa pedían no solo jugadores y dirigentes, sino casi un 50% de entrenadores de su estilo en equipos principales. ¿Hay? Vivas en Cristal y Comizzo en la ‘U’ podrían asegurarle similitud en el alto ritmo de entrenamiento. Irven Ávila, por ejemplo, ha dicho: “Con nadie entrené con el ritmo con el que entreno con Vivas”. Sin embargo, el resto de equipos no posee entrenadores de este estilo. No hay, pues, base real ni siquiera para tentarlo. De hecho, desde la FPF no ha surgido el interés, fortalecido sí por un sector del periodismo y emisarios que ven con buenos ojos su llegada a Videna. Burga aún piensa en Markarián, para ofrecerle después del mundial el cargo de director de selecciones. Y, hasta que eso no ocurra, no llamará a otro entrenador.

“El hombre fuerte del fútbol chileno sabía que Bielsa tenía conocimiento, trabajo y disciplina, valores que su selección había perdido”, escribe Iucht en el libro más completo escrito sobre Bielsa. Es cierto. El ex técnico de la ‘roja’ cumple con todos los requisitos que uno quisiera para la selección. El problema es al revés. El fútbol peruano no cumple los suyos.