ENRIQUE VERA @kiquevera Redacción online

DURO PARTO. A la San Martín no le costó nacer pero sí un trabajo durísimo, y con riesgo de muerte veloz, el sentar bases y permanecer. Hacerse de un nombre. En enero del 2004 este club fue fundado como un proyecto de la USMP que había comprado la categoría al Sport Coopsol, entonces campeón de la Segunda y con boleto para jugar el Descentralizado. No hubo mayor fanfarria. El surgimiento fue más bien rápido y silencioso, aunque con un santo y seña implícito que hasta hoy, en su último día, aún se repite: “administración seria-jugadores serios”. El proyecto por sí solo fue diseñando perfiles y un modelo de trabajador. En ese proceso, la figura de Juan C. Oblitas creció como la indicada para llevar al equipo en Primera. Pero el inicio fue atroz: perdió 8 y empató dos de los 11 partidos iniciales. Último en el Apertura, fue despedido. Óscar Malbernat, ex DT de la ‘U’, en la última fecha del torneo y el corazón en la boca, salvó la categoría. Fue el primer santo de carne y hueso.

TRES TÍTULOS, TRES. Séptimos en el 2005 y quintos el 2006, San Martín asistió a su primera coronación de la mano de Víctor Rivera el 17 de diciembre del 2007 en el estadio Monumental. El club de Santa Anita cayó esa tarde frente a la ‘U’ pero se hizo del título nacional al ser monarca del Apertura. Ello debido a que el campeón del Clausura, Bolognesi, no había quedado entre los siete primeros del torneo inicial, requisito para que se juegue un ‘play off’ decisivo. La segunda estrella santa llegó al año siguiente y en una figura parecida. Esta vez la escuadra alba alzó el Clausura y de paso el título nacional porque la ‘U’, monarca del Apertura, no llegó a los puestos de la rueda de revanchas que daban acceso a una final. El ‘tri’ llegó en el 2010, ahora sí en dos partidos decisivos, y con bronca. San Martín chocó con León, empató 1-1 en Huánuco y ganó 2-1 en Lima.

LA GRADUACIÓN. No se hizo de una gran hinchada, ni siquiera de una hermandad fiel. Bien podría decirse que si la San Martín empezó en cancha a vista de un puñado de universitarios curiosos con polo blanco, también terminó así. Pero tuvo un día de equipo ‘grande’; en campo y tribuna. El 14 de febrero del 2008, más de ocho mil personas (curiosos siempre) vieron el debut del santo en Copa Libertadores frente al River Plate del ‘Loco’ Abreu, Ortega y Simeone (DT). El Monumental, de a pocos y conforme los del ‘Chino’ Rivera copaban con orden el campo y eran un cerrojo para el rival, se hizo una sala de graduación…creó hinchas. Fue 2-0 y más que ello un baile en conjunto desde Butrón a Ovelar y encarnado principalmente en el segundo gol, la pinturita que el argentino José Díaz regaló apilando oponentes desde la media cancha. Histórico.

BUENAS COMPRAS y ÉTICA. No es patrimonio del que más dinero tiene, el tino de una buena contratación. Le ha pasado a Cristal. De La Florida salieron despedidos casi todos los que llegaron en los últimos años; ‘paquetes’ les llaman. San Martín casi siempre validó su solvencia mérito al buen ojo de su comando de ‘jales’. Eche un vistazo: José Díaz, Gonzalo Ludueña, Pablo Vitti, Heber Arriola y Germán Alemanno (Argentina); Roger Cambindo y Martín Arzuaga (Colombia); Roberto Ovelar (Paraguay) o Mario Leguizamón (Uruguay). Jugadores que mientras vistieron las sedas universitarias, destacaron; aunque en sus pasos siguientes rara vez lo hayan ratificado. Y a sus aciertos, el club de Santa Anita nunca le añadió complicidad o apañamiento. Cuando tuvo que despedir en salvaguarda de su rótulo de nacimiento, el respeto, lo hizo. El uruguayo Leguizamón se fue en abril del 2008 luego de ofender a una réferi y el ‘Toro’ Arzuaga corrió la misma suerte por su personalidad conflictiva.

REAL MADRID. Hoy en el adiós dos voces se han cruzado en feroz centelleo. De un lado el creciente rumor de que por los 50 años de la USMP, Real Madrid iba a llegar a Lima, en julio por dos millones de dólares, para jugar el partido de celebración frente a los dirigidos por Franco Navarro. Del otro frente, el disparo de Juan Baldovino, representante legal de la Agremiación de Futbolistas, quien aseguró que los albos patearon el tablero o, en sus palabras, “buscaron un pretexto (huelga de futbolistas) para salir del torneo”. De esto último podría desprenderse que la San Martín como club no consiguió en ocho años buenas taquillas ni auspiciador de peso, que estaba destinado a la pérdida y decidió ceder. Pero hay cifras claras: el diario Gestión publicó hoy que la universidad de Santa Anita registró una utilidad neta de S/. 35.4 millones el año pasado, mayor a la obtenida en el 2010. ¿Entonces? Fue el juego sucio, el mal fútbol de dirigentes lo que acabó con el santo. Y lo mando al archivo.