DAVID HIDALGO JIMÉNEZ @DavidsCreator Redacción online

Manuel Burga lleva 21 años en la Federación Peruana de Fútbol, y desde que inició su labor como secretario y luego como presidente, nunca pudo ver clasificar a la selección adulta a una Copa del Mundo. Lo que es peor, desde que tomó las riendas de la FPF en octubre del 2002 solo ha sumado fracasos. El último, luego de quedar fuera de Brasil 2014, se convierte en el tercero bajo su gestión.

Es cierto, no es difícil criticar a Manuel Burga cuando él solo se encarga de dar razones de peso, de sumar desatinos con sus procesos a dedo, carentes de planificación, que dejan poco que rescatar y mucho que lamentar.

El tino de los directivos de la FPF para elegir a un entrenador idóneo es tan preciso como meter la mano a un bolillero de bingo con nombres de técnicos uruguayos, argentinos, brasileños, colombianos o peruanos. Todos con un estilo y una escuela distinta.

Antes de optar por Markarián la obsesión de Burga también tenían en carpeta a Gerardo ‘Tata’ Martino (hoy en Barcelona), José Pekerman (hoy en Colombia y a un paso del mundial), Jorge Fossati (hoy sin equipo), Reynaldo Rueda (hoy en Ecuador y con opciones de clasificar), Luiz Felipe Scolari (dirigirá a Brasil en la Copa del Mundo), y hasta al alemán Bernd Schuster (hoy en el Málaga de España).

Cabe recordar que Manuel Burga y su séquito de la FPF de primer mundo eligieron para las Eliminatorias Alemania 2006 a Paulo Autori, y sobre el final a Freddy Ternero: terminamos penúltimos con solo 18 puntos, superando únicamente a Bolivia. En la ruta hacia Sudáfrica 2010 fuimos últimos en Sudamérica bajo el mando de Chemo del Solar, y con Sergio Markarián el resultado final no resultó diferente: fuera de Brasil 2014.

Manuel Burga trabaja desde 1992 en la Videna, y en sus once años como presidente de la FPF la blanquirroja nunca ha podido unificar entre todas sus categorías un sistema de trabajo, un estilo comandado por una Unidad Técnica. Imposible que nos vaya bien.