American Airlines y US Airways anunciaron hoy la conclusión de su fusión para dar luz a la mayor compañía aérea del mundo, American Airlines Group, en el último capítulo de la concentración empresarial del sector.

Es un gran día para nosotros, afirmó el consejero delegado de la compañía, Doug Parker, al canal de televisión financiero CNBC, y añadió que están muy contentos con la fusión porque es estupenda para los inversores, sus clientes y los trabajadores.

La nueva compañía, forjada tras varios años de negociaciones, realiza cerca de 6.700 vuelos diarios y sirve más de 330 destinos en 54 países, según detalló hoy en un comunicado.

Las acciones de American Airlines Group comenzaron a cotizar hoy en el mercado electrónico Nasdaq bajo las siglas AAL, y el consejero delegado de la nueva entidad dio inicio a la sesión a distancia desde la sede de Forth Worth (Texas).

Una hora después del inicio de la sesión, las acciones de AAL subían algo más de un 2%.

Esta fusión supone el último paso en el proceso de concentración y consolidación del sector del transporte aéreo en Estados Unidos, donde quedan tres gigantes (American, United Continental y Delta) y han desaparecido la mayoría de las aerolíneas medianas.

La conclusión de la fusión supone también la salida de American Airlines de la bancarrota que declaró en noviembre de 2011 para reducir sus costes operativos, especialmente los laborales. Parker intentó dar confianza a los accionistas, al asegurar la determinación del equipo directivo de que tienen que ofrecer beneficios a sus inversores.

PARA EL FUTURO Uno de los principales objetivos a corto plazo de la nueva American Airlines es lograr un ahorro de US$1.000 millones anuales en sinergias. Sin embargo, la inversión en American Airlines durante su bancarrota se había convertido ya en una gran operación antes de la apertura de la sesión bursátil.

Cuando la compañía se declaró en bancarrota sus acciones cayeron a US$0,20, y la compañía llegó a tener un valor de mercado de solo US$90 millones, lo que supone que su valor se había multiplicado por más de 40 desde su momento más bajo hasta antes de la apertura de las bolsas de hoy.

Según el acuerdo de fusión, el 72% de las acciones de la nueva entidad se distribuyeron entre los accionistas, deudores y algunos trabajadores de AMR (la compañía madre de American), mientras que el 28% restante fue para los accionistas de US Airways.

Parker subrayó también que su compañía está dispuesta a luchar por mantener la supremacía mundial gracias a su tamaño y al proceso de renovación de aviones que ya está en marcha: poseemos la capacidad de enfrentarnos a cualquiera en el mundo. Tenemos que competir con nuestro producto y estamos preparados para hacerlo, recalcó.

Tras una operación valorada por las dos empresas en US$18.000 millones, las dos aerolíneas son ya legalmente una sola, el proceso de integración de flotas, sistemas de reservas, operaciones y personal seguirá en marcha durante varios meses.

Por ejemplo, seguirá habiendo páginas de internet diferentes para cada una de las entidades, y de momento se mantendrán los sistemas de compra de billetes y los programas de fidelización de clientes.

US Airways seguirá hasta el 30 de marzo en la alianza Star Alliance, y un día después se integrará en la alianza OneWorld, de la que ya forman parte American Airlines, junto con el grupo IAG (British Airways e Iberia) y otras compañías aéreas.