Arya Stark y Gendry a lo largo de las siete temporadas de "Game of Thrones". (Foto: HBO)
Arya Stark y Gendry a lo largo de las siete temporadas de "Game of Thrones". (Foto: HBO)
Marcela Mendoza Riofrío

Sangre, intrigas, venganzas, ansias de poder, lealtades quebradas, sexo, dragones, aberraciones, zombies y varios corazones rotos. “” (GOT) es la cúspide de una narrativa híbrida entre el clásico formato del programa de TV exitoso y el de una película de odiseas y guerras medievales. Una mezcla de estilos y formatos que borra la barrera entre el cine y la televisión que está llegando a su fin, pero que a su vez marca el inicio de una nueva era en términos de negocios.


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Los diversos críticos y su multitud de fanáticos seguidores coinciden: el mundo tiene un antes y un después de GOT. No es la única serie con estilo cinematográfico disponible, pero representa un ícono de una nueva forma de concebir la narrativa que ha significado para sus dueños un negocio redondo que le ha permitido enfrentar el desafío que significa .

La gente hoy, valgan verdades, se suscribe a un contenido pago de TV porque dicho canal o plataforma ofrece un producto atractivo. El ‘gancho’ de HBO para muchos jóvenes (y no tan jóvenes) en los últimos nueve años ha sido, sin duda, GOT. Así como la novelesca serie de Luis Miguel lo fue para Netflix en cientos de hogares latinoamericanos el año pasado. A diferencia de Disney, donde los padres se suscriben confiando en toda una programación a su gusto, en estos casos llegan atraídos por una serie en particular y ya luego se van enganchando a otras. 

Esto que ha sucedido en el mundo entero también se ha replicado en el Perú, pero manteniendo las proporciones, pues la penetración de TV paga es bastante baja -solo cuatro de cada diez hogares la poseen- y la suscripción a paquetes de contenido Premium (como HBO) es bastante menor a la media de la región.

Según informó HBO, el estreno final de la temporada de “Juego de Tronos” fue visto por 17,4 millones de espectadores, el domingo por la noche, usando una variedad de plataformas (lineal, HBO GO y HBO AHORA), y superó el máximo de la temporada anterior de 16,9 millones en un capítulo y los 16,1 del estreno de la temporada siete.

Brienne de Tarth en el tercer capítulo de "Game of Thrones". (Foto: HBO)
Brienne de Tarth en el tercer capítulo de "Game of Thrones". (Foto: HBO)

Cierto es que no faltaron los problemas, pues en algunas partes de Europa se presentó saturación de las conexiones para ver el capítulo vía Internet que generaron un tremendo ruido en las redes sociales, impidiendo que los más de cinco millones de tweets y 11 millones de menciones durante el fin de semana fueran todos favorables. El inconveniente se dio porque el alto volumen de espectadores en línea fue mayor al previsto.

En el Perú no se reportaron fallas ni en las aplicaciones ni entre los suscriptores de TV Paga, pero fue evidente el alza en espectadores por un mayor volumen de suscripciones gracias al estreno. Vanessa Solís, gerenta de Contenidos y Servicios en Claro Perú, comenta que el estreno de la última temporada no solo se volvió tendencia del día generando un pico de visualizaciones, sino que se calcula que la gran expectativa que genera la temporada final de GOT permitirá llegar a duplicar la cantidad de suscripciones.

¿Serán esos clientes, que llegan por una serie, duraderos en el tiempo? No todos. Así como el año pasado hubo un pico de contrataciones de TV de pago durante la época del Mundial Rusia 2018 y que acabado el evento cancelaron sus suscripciones, ahora también podría suceder algo parecido. 

Los analistas de mercado coinciden en que hoy el gran reto que enfrenta HBO, propiedad del grupo WarnerMedia, es encontrar un nuevo rey para el trono, más allá de las anunciadas precuelas de GOT. Y esto es algo que no solo le afecta a la productora en sí, que se estima gastó más de US$15 millones por capítulo, incluyendo el pago de US$500 mil al intérprete de Jon Snow, sino a las ‘telco’ que ofrecen en su paquete a dicho canal. 

Cuando observó la popularidad que ganaba Netflix, algunos años atrás, HBO reconcibió su estrategia y dejó de ofrecer sus canales solo a los clientes de TV de paga, pasando a permitir una suscripción directa solo a HBO vía un aplicativo en línea. Poco a poco esta opción ha ido ganando terreno, pero no hay aún ninguna guerra ganada.

El negocio de Netflix, como bien explican los analistas de Xatata, es simple porque se basa en invertir dinero para crear material audiovisual o comprar los derechos de otros ya creados y ofrecerlo a sus clientes, quienes pueden ver donde y cuando quieran sus productos. 

Netflix creó una nueva forma atemporal de consumir fuera de la parrilla que inmediatamente han tomado sus rivales, desde las ‘telco’ hasta las productoras como HBO, pasando por nuevos jugadores como Apple y Amazon. Todos aplican la misma fórmula de invertir millones de dólares en productos ‘gancho’ para atraer a los clientes. Y no viven de la publicidad, sino de las suscripciones, las cuales pueden fugar rápidamente si no están a gusto.

El hecho de que las producciones de Netflix ganen premios de programas de TV y de cine, como sucedió con “Roma” con el Óscar a la mejor película extranjera este año, demuestra que se está apostando por invertir en productos, actores y directores de alta calidad, pues son estos los que harán que el cliente se quede. Pero encontrar el equilibrio de ingresos versus gastos, sin publicidad de por medio, es algo que ni el mismo Netflix ha logrado a la perfección y, por lo tanto, todavía no existe una receta perfecta para replicar sin sobresaltos. 

GOT ha sido, coinciden los diversos analistas, un soporte importante del negocio de HBO que, pese al alto nivel de piratería imperante, pasó de facturar US$4,4 mil millones el 2011 a US$6,3 mil millones el 2017. Las series que lo sucedan tienen el enorme reto de estar a la altura de la corona si desean que los otros productores de contenidos no los destronen. Apuestas como el lanzamiento de Chernobyl, miniserie de cinco episodios sobre la histórica catástrofe, o la segunda temporada de Big Little Lies, en la que se incorpora a la aclamada Meryl Streep, demuestran que no se están escatimando recursos. Pero nada está dicho aún frente al potente arsenal que traerán los otros aspirantes a reyes, como Apple TV.

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