Brasil: Odebrecht habría financiado campañas de 200 políticos
Brasil: Odebrecht habría financiado campañas de 200 políticos
Gonzalo Carranza

En 1979, dio su primer paso fuera de Brasil. El destino fue el Perú. La empresa consiguió el contrato para construir la hidroeléctrica de Charcani, en Arequipa. Emilio Odebrecht, padre del hoy encarcelado Marcelo, lo recuerda en el libro “Suceder y ser sucedido”, que publicó en el 2015, justo cuando la tormenta de Lava Jato arreciaba. 

“Los desafíos de ingeniería no fueron los únicos ni los más complejos que enfrentamos”, relata. “A pesar de la importancia del proyecto, el Gobierno Peruano no disponía de los recursos necesarios”. 

La empresa, ansiosa por ayudar a su cliente, Electro-Perú, halló una solución. “El Banco do Brasil abrió una línea de crédito para el Gobierno Peruano, que se comprometió a comprar productos de la industria brasileña (como automóviles, turbinas y tubos de plástico), pagando a plazos y revendiendo los productos brasileños al contado en el mercado local”, cuenta Odebrecht. 

Charcani se convirtió en la punta de lanza de Odebrecht en el país. Mientras construía la hidroeléctrica se hizo del contrato para la primera etapa de la irrigación de Chavimochic, también financiada parcialmente por el Banco do Brasil. Emilio Odebrecht traza en su libro la continuidad entre Charcani, Chavimochic, Olmos y las IIRSA. 

En el mismo 1979, Odebrecht concretó su segunda aventura internacional: un pequeño contrato de construcción de dos túneles en Chile. Se suponía que sería la puerta de entrada para más proyectos. 

Pero el recuerdo de Emilio Odebrecht de su paso por Chile no es grato. “El mercado chileno solía adoptar la contratación de empresas gerenciadoras de obras, dificultando el contacto directo entre el cliente y el prestador de servicios, lo que caracteriza nuestra forma de actuar. Además, se trataba de un mercado muy protegido, en el que las obras se repartían entre muchos constructores, reduciendo el valor de cada contrato [...] Además, como Chile tenía acceso a recursos internacionales, no precisaba de financiamiento o apoyo para obtenerlos”.

Tras este fracaso, la empresa dirigió su mirada a Angola, un régimen aliado de la Unión Soviética y necesitado de los recursos de la banca estatal brasileña para construir una hidroeléctrica. Su incursión fue un éxito.

El germen de la expansión de Odebrecht fue relacionarse con estados de finanzas frágiles, presas fáciles del expansionismo desarrollista brasileño. Es allí, y no en “el modelo”, donde hay que buscar la raíz del mal.

Contenido sugerido

Contenido GEC