Las proyecciones de crecimiento de la economía de América Latina muestran un sesgo bajista para este año, dijo el miércoles el representante del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, luego de comentar que el desempeño de la región se ha desacelerado de una manera importante en los últimos meses.

Aunque el directivo no quizo revelar las revisiones de las proyecciones, las cuales se conocerán durante la reunión anual del FMI de octubre, explicó que mientras la economía de Brasil muestra signos de recuperación, la de México ha sorprendido a la baja.

En las reuniones anuales ya daremos los números específicos, pero la tendencia es que la revisión del crecimiento es a la baja, precisó Werner en un foro económico realizado en Bogotá.

Hemos visto una desaceleración muy importante en la primera mitad de este año en los datos de México; Brasil se ha recuperado pero sigue teniendo una tasa de crecimiento baja con respecto a lo que se divisó en años anteriores y en ese sentido esperamos también en su conjunto una tasa de crecimiento reducida, indicó.

Sin embargo, destacó el reciente comportamiento favorable de Colombia en el segundo trimestre, de un 4,2% anual, el cual sorprendió a los analistas y al propio Banco Central.

EFECTO DE COMMODITIES El FMI revisó en julio pasado su estimación de crecimiento de América Latina para este año a un 3%, inferior en cuatro décimas porcentuales a la proyección de abril.

Werner explicó la desaceleración de la economía de la región en función de factores cíclicos asociados a los ajustes de los precios de las materias primas por los bajos niveles de crecimiento de la actividad manufacturera internacional, así como un entorno financiero menos favorable.

El directivo aseguró que la expansión del Producto Bruto Interno regional se estabilizará alrededor del 3,9% en los próximos años, pero subrayó que el gran reto para Latinoamérica es aumentar la productividad para detonar un crecimiento económico sostenido.

Creemos que esto obviamente se va a ir revirtiendo en el tiempo, pero (el crecimiento) va a ser un poco más bajo del que vimos en la última década y la región va a tener que acomodarse a ello, puntualizó Werner.