H&M y el libro que vuelve a ponerla en el ojo de la tormenta

« El suelo de la fábrica es caliente, probablemente más de 30 grados. Los trabajadores suben descalzos sobre tablas de gran tamaño. Entre ellos vemos enormes pilas de ropa con el logotipo cosido de H&M, y una pequeña nota que dice: "Made in Myanmar"» Este es solo un extracto del libro “Modeslavar”, que crítica las condiciones laborales de fábricas que trabajan para la cadena sueca.

Myanmar se ubica en el sudeste asiático, cerca a Bangladesh, China y Tailandia. Desde el 2015, el gobierno estableció un salario mínimo de 3.600 kyat por día, hablamos de poco más de S/8. Para Tobias Andersson Åkerblom, coautor del libro “Modeslavar”, esto es atractivo para la industria, ya que están en búsqueda de mano de obra barata.

“Durante las últimas décadas, el precio de la ropa en la Unión Europea no ha aumentado tanto como los precios de las materias primas y los salarios en general, y esto ha sido posible gracias a un movimiento constante hacia nuevos mercados de producción con salarios más bajos”, explica. 

En mayo del 2014, Moa Kärnstrand y Tobias Åkerblom visitaron por primera vez la antigua Birmania. La opacidad del lugar, las rejillas de acero, los insalubres medios donde eran transportados los trabajadores, llamaron la atención de los periodistas. “Cuando tratamos de hablar con los trabajadores, fuera de las puertas de la fábrica. Los guardias y el personal nos llevó lejos y trató de quitarnos nuestro equipo de radio y cámara”, recuerda. 

"Debe ser famoso"
Myat es una joven de tez grisácea, que suele llevar una blusa rosada colgando sobre su cuerpo. Ella no ha ido a la escuela en un largo tiempo, quizás porque trabaja desde los once años, o sólo porque el cansancio la mantiene exhausta. 

Trabaja en la fabrica Myanmar Century Liaoyuan Knitted Wear desde que tenía 16 años, recientemente cumplió 18. "Se permite que los niños a partir de 14 años trabajen en Myanmar. Pero la ley es clara sobre este grupo de edad", comenta Åkerblom 

Los niños de entre 14 y 16 años sólo pueden trabajar cuatro horas al día, y con un certificado médico válido. Los niños de entre 16 y 18 años pueden trabajar como adultos: ocho horas al día. Sin embargo, Myat afirma trabajar hasta 14 horas al día, y ganar poco más de S/400 al mes.

Mientras expresa esto no deja de observar a Åkerblom, a quien le pregunta si compra la ropa que cose y si la marca que ponen es famosa. "Debe ser famoso, por la presión que ponen en nosotros", menciona.

"No sé cuántas personas han hecho como yo"
Zu Zu comenzó a trabajar cuando tenía 14 años. Para conseguir el trabajo dijo que tenía 18. "No sé cuántas personas han hecho como yo, pero hay muchos", responde, ante la pregunta de por qué mintió sobre su edad. Bajo sus palabras, cuando la dirección de la fábrica sabe que habrá una inspección a quienes tienen menos de 18 les dan "días de descanso”. 

Ella señala que trabaja doce horas, con una breve pausa para el almuerzo, mientras que su compañera, Maw Maw, expresa que a veces trabajan a partir de las siete de la mañana hasta las diez de la noche, con pocos descansos durante la semana.  

“Tratamos de protestar un domingo de este verano, porque estábamos obligados a trabajar hasta las 10:00 p.m esa semana", dice Maw Maw. Sin embargo, a la fecha no han logrado cambiar la situación.

Tras la publicación del libro, H&M investigó inmediatamente las acusaciones y pudo confirmar el problema en ambas fábricas. Temporalmente suspendió su relación comercial con sus proveedores, pero "después de un período comenzaron a trabajar con estas fábricas de nuevo", afirma Åkerblom. Este Diario se comunicó con la cadena sueca pero no quisieron dar declaraciones.

"Ellos no han querido especificar qué medidas han tomado para asegurarse de que esto no vuelva a suceder, si las condiciones de trabajo han cambiado o si a las jóvenes se les ha ofrecido ir a la escuela. Como no nos han dicho lo que han hecho para mejorar la situación es difícil estar satisfechos", finaliza Åkerblom.

EL DATO
El libro "Modeslavar" fue publicado el 2016 por la editorial sueca Leopard förlag, contiene más de 280 páginas.