Existen algunas cosas que ni siquiera el fundador de Amazon y hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, puede fácilmente comprar. Una de ellas es el nombre del dominio “amazon”.
El organismo global que supervisa las direcciones y los protocolos que hacen que Internet funcione decidió -hace siete años- permitirles a los usuarios de la red crear nuevos nombres de dominios además de los que se conocía, como ".org" o ".com".
A raíz de ello, Amazon Inc. trató de apoderarse de ".amazon". Sin embargo, el Perú y Brasil protestaron argumentando que ese nombre debía pertenecerle a la antigua y verdadera, a la selva.
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Para ello, Amazon Inc. buscó utilizar los complicados procedimientos de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, por sus siglas en inglés) para defender su caso.
Asimismo, intentó apaciguar a sus críticos en Latinoamérica ofreciendo regalarles lectores de libros electrónicos Kindle y servicios de web y de computación en la nube de Amazon Web Services por un valor, supuestamente, de US$5 millones. No obstante, el esfuerzo fue en vano.
Cuando en una reunión en octubre el directorio de la ICANN pareció estar apoyando a Amazon Inc., la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), un grupo de ocho gobiernos latinoamericanos, emitió una crítica contundentemente formulada.
El director ejecutivo y presidente de la ICANN, Goran Marby, declaró que el directorio tomará una decisión cuando el grupo completo se reúna esta semana en Kobe, Japón.
Sin embargo, hace unos días los brasileños pidieron otra demora. Marby ha señalado que él “continúa alentando a Amazon Inc. y a los gobiernos de la región amazónica a buscar soluciones”.
(Con información de diario El Financiero)