Kenneth Arrow fue la personalidad más joven en recibir el Nobel de Economía a los 51 años. Pablo Secada fue alumno de uno de sus discípulos en la Universidad de Chicago.
Kenneth Arrow fue la personalidad más joven en recibir el Nobel de Economía a los 51 años. Pablo Secada fue alumno de uno de sus discípulos en la Universidad de Chicago.

Por Pablo Secada, economista

Hoy, a los 95 aos, se nos fue otra mente brillante, la de Kenneth Arrow, el ms joven en recibir el Nobel de Economa a los 51 aos. No debera sentirme triste cuando muere una de estas personas tan especiales. Sus enseanzas seguirn mejorando las vidas de casi todo el mundo, literalmente. Muchos aportes recientes al conocimiento desarrollan ideas de hace dcadas de este visionario. The New York Times y Stanford publicaron muy buenas reseas de algunos de sus aportes, para quienes los quieren revisar o conocer.

No soy un acadmico. Participo en el debate de polticas pblicas y poltica. E intento, con poco xito, contribuir a una agenda mucho ms ambiciosa de polticas pblicas que la que nos ha mostrado el equipo de lujo hasta ahora. Desde esta posicin quisiera hacer una resea personal, a modo de obituario.

Llevamos Poltica Ambiental con Don Coursey, no solo discpulo de Arrow, sino su asistente cuando el gobierno estadounidense le encarg que estime el costo social del desastre ambiental de Exxon Valdez. Entendimos bastante bien los lmites a las evaluaciones sociales y ambientales con esta experiencia y las reflexiones del genio relatadas por un gran economista. Kenneth Arrow era miembro del Panel Internacional de Cambio Climtico en ese momento. He odo ms de una vez que a los economistas no nos importa el medio ambiente, como si no solo no furamos seres humanos, sino que adems no estuviramos interesados en las ciencias sociales. Arrow es un excelente ejemplo de cunto podemos contribuir, en soluciones que son cada vez ms interdisciplinarias.

Aportes a la eleccin pblica fueron algunas de sus mayores contribuciones. Los repasamos en los cursos de Economa Poltica e Instituciones. La libre eleccin e interaccin entre individuos lleva a la economa al mximo bienestar posible, cuando hay competencia. Pero el estado tiene que intervenir en la economa para promoverla, buscar mayor equidad y corregir las fallas de mercado. La sociedad tiene que ponerse de acuerdo en qu quiere y se deben superar lo que se llaman problemas de accin colectiva para conseguirlo. Arrow prob, en un teorema que lleva su nombre, que decisiones democrticas pueden ser arbitrarias y que las preferencias sociales pueden ser inestables, si acaso pueden formularse siempre. Buena parte de la retrica sobre nuestra democracia, formalista y falsa en realidad, no resistira su anlisis. Entender esto y saber navegar las turbias aguas de la politiquera son el reto; saber aplicar un marco lgico, por ejemplo, no lo es. Pero seguimos poniendo nfasis en estas herramientas tecnocrticas, ignorando aqullas como si bastara preparar un decreto legislativo para que mejore el bienestar.

La precariedad institucional y la bsqueda de rentas caracterizan realmente el modelo econmico en nuestro pas; es lo contrario a un modelo en realidad. Quienes creen que el fin justifica los medios y no tienen vergenza de hablar de economa siendo artfices del capitalismo de estado de Velasco, la heterodoxia previa a la debacle de Alan I, o el gobierno estatista y mediocre entre los mediocres de Humala venden sebo de culebra con su asociacin entre el supuesto modelo y la corrupcin. La realidad de instituciones polticamente excluyentes y mercas subyace a la corrupcin. No confundan. No nos confundiramos si hablramos ms sobre instituciones, preferencias sociales, accin colectiva, y eleccin pblica. Leer sobre Arrow ayudara mucho. Deberamos privilegiar estos temas en la docencia, el debate, las polticas pblicas y la poltica a discusiones macro menos relevantes para el desarrollo. PeruLandia, MercaLandia habra inspirado al Profesor Arrow y sus aportes. Ojal ellos nos inspiren para empezar a concentrarnos en la precariedad institucional, la bsqueda de rentas y la dificultad para ponernos de acuerdo en qu hacer, especialmente en un pas tan diverso, ber-descredo de los polticos, y que parece creer, convenientemente para los peores, que todos somos corruptos.