(Foto: BBC Mundo)
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Est ponindose de moda en su ciudad vivir en el centro?Si usted reside en una ciudad de Amrica del Norte o Europa la respuesta es obvia: s.Pero ms sorprendente es que en algunas capitales latinoamericanas est empezando a presentarse el mismo fenmeno.

Por dcadas imper el modelo urbanstico de inspiracin norteamericana, donde los ricos y sus automviles se iban a vivir a barrios modernos en las afueras, dejando al centro de las ciudades como el sitio en donde vivan los pobres. Hoy se produce el fenmeno contrario.

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Pero, advierten los expertos, se presenta el riesgo de que se conviertan en ciudadelas excluyentes, pobladas por millonarios, expulsando a los pobres a vivir en suburbios con menos atracciones urbanas y oportunidades de trabajo.

VALORIZACIN El distrito de La Candelaria en Bogot es un buen ejemplo de la tendencia en Amrica Latinade recuperacin de los centros urbanos tradicionales.

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La zona, la ms antigua de la capital colombiana, est poblada por edificios gubernamentales y casonas coloniales, que por aos se vieron semi-abandonadas a medida que los habitantes pudientes de Bogot partan hacia zonas residenciales ms modernas en las afueras de la urbe.

Pero el xodo que durante buena parte del siglo XX llev a la decadencia del centro bogotano se ha revertido con fuerza en la dcada reciente.

Periodo en el cual el valor de la vivienda en La Candelaria aument en 230%, segn indica la Lonja de Propiedad Raz, entidad que representa a los empresarios inmobiliarios de la capital colombiana.

Hoy algunos inmuebles en esa zona pueden llegar a costar US$1 milln.Una situacin que se est repitiendo de pas en pas, desde el Casco Antiguo de Ciudad de Panam, hasta el distrito de Puerto Madero en Buenos Aires, zonas situadas en, o cerca del centro histrico de esas capitales.

PRIMERO POR TURISMO El impulso que empez a matar los centros urbanos lleg de Estados Unidos a mediados del siglo XX.El predominio del automvil y la aparicin de una sociedad de consumo que prometa el sueo de una casa amplia rodeada de jardines privados hizo que los ricos latinoamericanos huyeran en buena parte de los centros histricos de sus ciudades.

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El centro, sin embargo, nunca se abandon del todo. Generalmente permanecan ah las oficinas gubernamentales.Y a finales del siglo pasado, algunas urbes de la regin empezaron a recuperar ciertas zonas, en particular las de arquitectura colonial, desarrollndolas como un atractivo turstico, muchas veces para visitantes extranjeros.

La Habana, San Juan, Cartagena o Quito son ejemplo de lo anterior.Pero en aos recientes la recuperacin de los centros ha empezado a ampliarse y buscan recuperar su lugar, no solo de atraccin turstica, sino como el epicentro econmico indiscutible de las grandes urbes.

Nuevamente, el impulso lleg en buena parte de Europa y Estados Unidos. En particular en este ltimo pas ha tomado auge la idea de que el modelo de desarrollo urbano anterior presentaba una receta para una vida poco atractiva, caracterizada por el aislamiento, los atascos de trfico y la polucin.

TAMBIN EL EMPLEO Y no es solamente una cuestin de comodidad. Los acadmicos advierten que irse del centro cuesta dinero.

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El City Observatory, un centro de investigacin acadmica estadounidense, seala que en ese pas han crecido ms rpido en los ltimos aos los empleos en el centro urbano de las ciudades que en la periferia, cortando la tendencia opuesta que haba estado vigente hasta 2007.

Ms an, la calidad de los trabajos tiende muchas veces a ser mejor en las zonas cntricas tradicionales que en los barrios nuevos de las afueras, indica la investigacin.Los centros histricos estn atrayendo cada vez ms mano de obra calificada y bien paga, en reas como las finanzas o la tecnologa.

Mientras que en las zonas suburbanas el empleo tiende a crecer en actividades menos remuneradas como la construccin y las ventas.Un estudio del acadmico Enrico Moretti, de la Universidad de Berkeley, encuentra la justificacin econmica para este comportamiento.

En el centro, con una mayor densidad poblacional, las empresas esperan encontrar ms candidatos bien calificados para sus empleos, mientras que los trabajadores encuentran una mayor diversidad de potenciales empleadores.

Igualmente, en muchas de estas actividades profesionales, existen beneficios importantes de estar en contacto cercano con personas que trabajan en empresas similares.

As, por ejemplo, los banqueros que trabajan y viven en el centro de una ciudad y tienden a frecuentar los mismos restaurantes pueden enterarse, entre colegas y rivales, de informacin comercialmente valiosa o de nuevas oportunidades de negocios.

Lo que explica que la tendencia reciente a que algunos ejecutivos exitosos se pasen a vivir cerca de sus lugares de trabajo en distritos cntricos como Puerto Madero en Buenos Aires, o La Candelaria en Bogot, puede ser ms que una moda o una decisin de estilo de vida. Tambin puede tener sentido desde el punto de vista comercial.

POBREZA DESPLAZADA La otra cara de la moneda est reflejada en lo que le pasa a los habitantes pobres de los centros de estas ciudades que empiezan a verse desplazados por los nuevos desarrollos.

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Un fenmeno conocido en ingls como gentrification, y que en Amrica Latina est empezando a darse con ms fuerza.Para los pobres en cualquier ciudad, tener que moverse hacia las afueras, muchas veces sin dinero para tener un automvil privado, significa que estarn cada vez ms apartados de las mejores oportunidades culturales y educativas de la ciudad.

Y adems corren el riesgo de quedar desconectados de los sitios donde estn apareciendo los mejores empleos, en las zonas cntricas.Lo que reforzara su pobreza en el futuro.

UNA COSA ASUSTADORA Adems, advierten otros, la llegada de dinero nuevo al centro de las ciudades latinoamericanas no siempre se ve acompaada de la construccin de comunidades residenciales estables y saludables.

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Yo creo que en el centro de Bogot an no sabemos qu est pasando. Lo que se dice es que se estn comprando muchos edificios para hacer grandes inversiones, asegura a BBC Mundo Paula Quionez, coordinadora del programa de gestin y desarrollo urbano en la Universidad del Rosario, en la capital colombiana.

Ella no est segura que estos inversores estn realmente interesados en convertir esas zonas en su hogar.A los bogotanos de estratos altos el centro todava les parece una cosa asustadora, espantosa, advierte.

Para la acadmica, muchos de los que compran en los nuevos edificios del centro no quieren vivir ah sino ofrecer las residencias en alquiler, como negocio. Los arrendatarios muchas veces no tienen sentido de pertenencia y apropiacin que necesitan las ciudades de sus residentes, seala Quionez.

Las dudas que genera la recuperacin del centro de la capital colombiana se repiten a lo largo de muchas ciudades de la regin.Si bien es esperanzador que esos distritos y sus joyas arquitectnicas hayan dejado atrs muchas veces la miseria que los caracteriz en otra poca, no est claro an si lo que viene en camino presentar nuevos problemas de exclusin, segregacin social y especulacin financiera, distintos a los que haban antes, pero igualmente preocupantes.

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