ABRAHAM TAIPE BALLENA

El pasado lunes 9 de setiembre cientos de jóvenes acudieron a su primer día de clases en la universidad. No era en algún punto de Lima norte o en el Cercado, sino en el este de la ciudad, en un distrito hasta hace poco rural: en Ate.

Aquella mañana la Universidad César Vallejo (UCV) inició su primer ciclo académico en un campus ubicado en el kilómetro 8,2 de la Carretera Central, donde ha invertido alrededor de S/.22 millones.

Pero allí no queda todo: la intención de la UCV es desembolsar en total S/.85 millones al cabo de cinco años en una infraestructura que contará con una torre de diez pisos y albergará hasta veinte mil estudiantes. ¿A qué se debe esta millonaria inversión?

DEMANDA INSATISFECHA Nilton Yanac, jefe de Business Inteligence de Mapcity, explica que durante mucho tiempo los jóvenes de Lima este debían dirigirse hasta el centro de la ciudad para estudiar.

Sin embargo, el boom inmobiliario que vive Ate ha generado una demanda local intensa por servicios de educación, la cual es atendida de a pocos.

“Entre los kilómetros 5 y 10 de la Carretera Central y calles aledañas, se desarrollan inversiones en educación. Esto permitirá que jóvenes de Chosica, Chaclacayo, Huaycán y Huachipa tengan opciones más cercanas para estudiar y no ir a otras partes de la ciudad”, añade.

El alcalde ese distrito, Óscar Benavides, le da la razón e indica que solo en la zona de Santa Clara están en marcha más de 15 proyectos inmobiliarios.

Añade que no solo la UCV hará una importante inversión para atender la futura demanda educativa. “Colegios Peruanos S.A.C. (Innova School ) tiene tres locales en Ate, en los que alcanzará una inversión de S/.10 millones”, agrega.

Otro importante actor es el instituto superior Sise, que en junio pasado abrió su local en el kilómetro 9,2 de la Carretera Central con una inversión de US$800 mil (S/.2,2 millones).

Rolando Vallejo, presidente ejecutivo de Sise, refiere que decidieron ingresar en Ate porque la zona se desarrolla exitosamente en el aspecto económico. “La llegada de centros comerciales y de empresas del sector inmobiliario genera un importante movimiento de jóvenes”, anota.

El ejecutivo resalta que el plan en tres años es ocupar un área de 1.000 m2 (hoy tienen 600 m2) , con lo cual su inversión total superaría los S/.3 millones. “Esta semana empezamos a construir el tercer piso de nuestro primer edificio. Para el 2015 esperamos tener un promedio de 2.000 alumnos en nuestras 11 carreras”, agrega.

TECSUP FUE EL PIONERO Una de las primeras instituciones de educación superior que dirigieron su mirada hacia Lima este fue Tecsup. Si bien geográficamente tiene su sede en Santa Anita, su cercanía a Ate (está a dos cuadras de la Carretera Central) la hace parte de este movimiento.

“Tenemos casi 1.450 alumnos. El 30% proviene de los distritos de Ate y Santa Anita”, detalla Otto Frech Hurtado, director general de Tecsup, institución creada en 1982 con apoyo de la República Federal Alemana.

Este año han invertido US$500 mil (S/.1,4 millones en un centro de innovación, desarrollo y emprendimiento. Y hasta el 2016 planean desembolsar US$3 millones adicionales (S/.8,4 millones) en infraestructura y equipamiento.

Tomando como base los montos expresados por los consultados para este informe, puede decirse que en un máximo de cinco años las inversiones educativas privadas en Ate sobrepasarán los S/.100 millones. ¿Pero podría incrementarse esta cifra?

NUEVOS JUGADORES En opinión de Yanac, en corto tiempo la oferta será insuficiente otra vez. “Se requerirán otra universidad y más institutos”, estima.

Hay que tomar en cuenta que, además de las mencionadas instituciones, ya se encuentran presentes en Ate las academias Saco Oliveros, César Vallejo y Aduni, así como el instituto Cesca y el Instituto de la Clínica Ricardo Palma.

El alcalde Benavides expresa que otros grupos educativos han mostrado interés, pero no quiso revelar los nombres. Sin embargo, Hugo Quirhuayo, director de las academias Aduni y César Vallejo, sostiene que el grupo Instituto Ciencias y Humanidades (ICH) evalúa llevar dos instituciones suyas a Ate: el colegio Bertolt Brecht y la Universidad de Ciencias y Humanidades. “Son posibilidades que estudiamos”, finaliza.