Telefonía móvil tiene espacio para más competidores [Análisis]
Telefonía móvil tiene espacio para más competidores [Análisis]
Marcela Mendoza Riofrío

En los países europeos es lo más común del mundo oír hablar de decenas de marcas compitiendo aguerridas por cautivar clientela. En Gran Bretaña son de lejos más de cien alternativas disponibles. En España hablamos de más de sesenta y si algo les preocupa es que, debido a un futuro cambio en la legislación, pueden desaparecer una veintena de ellas. Y sin ir muy lejos, en México se habla de una docena bastante activa. !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');

¿Cuántas marcas tenemos aquí en Perú compitiendo? Luego de ser uno de los mercados más concentrados de la región por casi una década (solo dos operadores tenían el 95% y un tercero actuaba en el 5% restante hasta el 2014) hemos llegado a tener seis marcas en la pelea y se habla de la posible llegada de dos más este año. ¿Estamos listos para ser un mercado con ocho alternativas para escoger? Los expertos estiman que sí, pero si se dan algunas condiciones en el ecosistema.

(cuadro elaborado por DN Consultores)

Para empezar es bueno aclarar las diferencias. Cuando hablamos de alternativas para escoger nos referimos a marcas comerciales que ofrecen el servicio al usuario final, pero no de proveedores de red. En el mundo existen dos tipos de operadores móviles: los que tienen su propia red (montan sus antenas) y los OMV, es decir aquellos que alquilan la red que otros tienen y solo se dedican a ofrecer el servicio.

A nivel global la media es tres operadores con red por país. Es así en Gran Bretaña, por citar un ejemplo: solo tres tienen red y son cientos los que les alquilan dichas redes. Las altas tasas de inversión en infraestructura y los largos plazos necesarios para recuperarse hacen que el negocio tienda a consolidarse en pocos actores. En un mercado saludable, coinciden los expertos, se tienen cuatro operadores con red. Pensar en cinco es casi utópico, y eso que hablamos de países cuyo consumo del móvil por usuario (Arpu) es tranquilamente el triple de lo que tiene un país latinoamericano.

Plata a la vena

El negocio de los OMV puede ser mucho menos complicado en términos de recuperación del capital invertido. "Se trata de plata directo a la vena", resume Carlos Huamán, director de DN Consultores, cuando se le pregunta por sobre cómo funciona este negocio. El operador no tiene que gastar en infraestructura, solo diseñar su estrategia de comercialización y ofrecer sus planes al nicho elegido. La ganancia - diferencia entre lo que paga el usuario y lo que cobra el operador de red por usarla - va directo al operador.

¿Si es tan rentable porque no hay muchas opciones en el país? Para empezar está el marco regulatorio, que recién fue quedando listo para que Virgin inicie operaciones como el primer OMV local el año pasado. Pero no solo es eso, porque han habido algunos interesados más que todavía no concretan sus intensiones de entrar al país.

Según Huamán, lo ideal sería mejorar la regulación existente y establecer parámetros sobre cuánto máximo debe cobrar el operador con red por el alquiler. En la actualidad el interesado en alquilarla entra en largas negociaciones en desventaja, estimó, pues se enfrenta a un gran operador que está enfrentando reducciones en sus ingresos (como sucede con Movistar y Claro) y no quiere cobrar poco. O está en fase agresiva de instalación (Entel y Bitel) y tampoco se puede dar el lujo de bajar mucho sus tarifas. Y esas condiciones hacen el proceso más lento de lo que debiera ser.

¿Un momento complicado?

El mercado móvil local está viviendo una fase competitiva beneficiosa para el usuario, explicó Huamán, porque los operadores con red retadores (Entel y Bitel) ya tienen entre los dos el 20% de la torta. El usuario puede elegir entre cuatro opciones con red que se pelean intensamente cada línea con más descuentos o mejores contenidos. Además tenemos una segunda marca de Movistar (Tuenti) y un OMV que están dando más opciones y ponen dinámica la categoría prepago juvenil.

Pero si miramos los resultados financieros de los operadores más antiguos, sabemos no solo que han perdido clientes sino que están ganando menos dinero. recibió 14% menos ingresos por su división móvil en el cuarto trimestre del 2016 y redujo en 70% sus utilidades por operación en el último año, por solo citar un par de datos. Además el gasto promedio por usuario (Arpu) viene con una curva descendiente, tolerable, pero poco simpática, por decir lo menos.

En la otra acera tenemos a , que si bien ha pasado a superar el 13% de participación en clientes y el 15% si comparamos los ingresos por operador, lo cual refleja un buen manejo comercial, todavía no canta victoria. Entel está reduciendo su pérdida (pasó de -69% a -34% el último año), pero la recuperación es un poco más lenta de lo que exigen los inversionistas en la bolsa chilena.

(cuadro elaborado por DN Consultores)

"La visión de que más actores es sinónimo de mayor competencia parece inteligente, pero podría estar errada y ser grave para el desarrollo del mismo", afirmó tajante Alejandro Jimenez, ex-gerente general de Osiptel. El país tiene ya a los actores más importantes (y con mejores "espaldas" financieras) de la región, quienes han pagado fuertes sumas por más espectro el 2016 y necesitan concentrarse en invertir en sus redes para reducir la brecha de peruanos no conectados, explica.

Ya se logró tener más usuarios, pero falta hacer crecer su consumo y masificar la navegación móvil para lograr economías de escalas que permitan recuperar más rápido la inversión, añadió. Los usuarios en el Perú gastan al mes en la red (arpu) US$7, mientras que en Estados Unidos están en US$40. ¿Cómo traer más operadores si todavía hay un bajo consumo en el móvil?, se pregunta.

¡Dos más!

Los analistas no se oponen a que existan más opciones para escoger, pues esto es altamente saludable. A nivel competitivo traen más variedad de precios y mejores opciones de contenidos que intensifican la batalla. Es más, Huamán estima que la llegada de más OMV daría mucho mayor dinamismo, pues se crearían alternativas específicas para pequeños segmentos que obligan a los grandes a ser cada vez más flexibles. Pero sabe que no será tan fácil llegar a una docena de alternativas que superen el millón de clientes, como acaba de pasar en México.

Quienes puedan ser beneficiados con este modelo de negocio en el país existen. Están los retail, como Cencosud o Paris, que podrían sacar sus OMV como un servicio agregado para fidelizar a sus clientes: a más compras más minutos libres para llamar. Grandes operadores internacionales como Vodafone podrían incursionar en el país con la venta de chips para M2M (conectar objetos), pues es un sector aún pendiente de explotar. O proveedores de tecnología corporativa añadir planes especiales de navegación de Internet a su oferta. Y varios nichos más. La lista de oportunidades es larga.

Este mes se supo que hay una empresa en el país, Dolphin, que entrará a competir probablemente en un nicho ligado a la seguridad corporativa. Ya está registrada, está en negociaciones con los operadores y tiene un año para empezar a vender líneas. Y el MTC confirmó que hay otra empresa terminando los trámites de registro y en proceso de negociación con los operadores. Eso nos daría, por ahora, ocho ofertas móviles para cierre de año.

Hasta ahora, recalcó Huamán, el impacto de los OMV en el mercado ha sido leve, porque solo tenemos uno, pero podría ser mucho más eficiente y beneficioso si llegamos a cuatro, como ocurre en Chile. La noticia de que se sumen dos más este año es buena, aseguró, pero todavía tomará tiempo, dada la regulación existente, que sean realidad e impacten en más de un 0,5% de participación de mercado.

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