Importante Decreto Supremo fue publicado este jueves. (Foto: GEC)
Importante Decreto Supremo fue publicado este jueves. (Foto: GEC)

Las representan a la mitad del país, pero solo al 44% de su población económicamente activa, lo que las convierte en uno de los principales recursos que el país viene desperdiciando. No solo eso, sino que un análisis del publicado hace seis meses sugiere que la diversidad de género eleva el crecimiento al aumentar el número de , al tiempo que incrementa la productividad de la economía. 

Utilizando información a lo largo de múltiples países, el FMI encuentra que esto se debe a que el trabajo femenino y masculino se complementan, y que esto a su vez permite una reasignación de recursos más eficiente debido a la mayor independencia económica de las mujeres. En vista de esto, es preocupante que la proporción de las mujeres (30%) que carecen de ingreso propio sea cerca del triple de la misma figura para los hombres (11%), reflejando que el Perú tiene un gran potencial desaprovechado.  



La desigualdad de género también se extiende a la economía informal. Según el INEI, el empleo informal representa a alrededor del 70% de los trabajadores, pero en el caso de las mujeres alcanza al 75%. Aunque los últimos 5 años han generado un debate constante sobre la necesidad de una reforma laboral, muchas veces el hecho de que la informalidad afecta de manera desproporcionada a la mujer pasa desapercibido. 

La diferencia entre trabajadores y trabajadoras informales no parece ser tan grande a primera vista, pero una mirada más cuidadosa resulta reveladora. La distancia entre hombres y mujeres se concentra en empleo informal dentro de empresas formales (15% y 20%, respectivamente), mientras que el empleo informal en empresas informales es básicamente el mismo para ambos grupos (55%). Así, es cuando una mujer trabaja en una empresa formal que su riesgo de ser empleada informalmente es mayor. 

La mayor informalidad femenina contribuye a la brecha salarial: las mujeres con educación superior ganan solo el 73% de lo que ganan los hombres con el mismo nivel de preparación (la brecha es aun mayor para mujeres con educación primaria o secundaria, quienes ganan apenas el 64% de sus pares masculinos). Pero otros factores son la ausencia de oportunidades para progresar profesionalmente y los roles estereotípicos que asignan distintas labores en el hogar.

¿Qué se puede hacer al respecto? Revertir todo esto es un proceso largo, pero hay que empezar por extender la licencia por paternidad hasta ponerla a la par con la licencia por maternidad. Esto no solo evitaría que los trabajadores hombres tengan una ventaja en relación con las mujeres (las empresas preferirían al empleado masculino, puesto que su licencia es breve), sino que además subvertiría la expectativa de que es la madre, y no el padre, quien debe cuidar a los hijos. Poco se podrá avanzar en términos laborales mientras se mantengan roles de género que solo generan inequidad.

Feliz Día del Trabajo para todos los trabajadores y trabajadoras del Perú.