(Foto: Reuters)
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Carlos Ganoza

Con el lanzamiento de , la moneda digital creada por un consorcio liderado por , la compañía muestra que no ha aprendido de sus problemas recientes y da una muestra aún mayor de irresponsabilidad y arrogancia.  

Facebook no está creando una plataforma de pagos que compita con Paypal o con Alipay, está creando un sistema monetario. Es muy importante entender las implicancias de esto. Una moneda cumple tres funciones básicas: es un medio de cambio, es una unidad de cuenta y un depósito de valor. Las tres funciones están interrelacionadas. Por ejemplo, si la moneda no es un buen depósito de valor no será un buen medio de cambio y viceversa. Hasta el momento las criptomonedas no han logrado destacar en ninguna de las tres funciones por lo tanto su uso ha sido limitado.   



Para resolver este problema Facebook está apostando primero a que puede montar Libra sobre su vasta red de más de dos mil millones de usuarios y así generar inmediatamente una gigantesca plataforma de transacciones entre personas, y entre personas y empresas, dándole a Libra mucha utilidad como medio de cambio. Lo segundo que está haciendo es respaldar el valor de Libra con una canasta de monedas. Esto significa que cualquiera que quiera comprar una Libra tendrá que pagar el valor equivalente de esa canasta de monedas, y si alguien quiere redimir su Libra, recibe a cambio el equivalente al valor de la canasta de monedas.  

Así el valor de Libra estaría en teoría garantizado, y podría funcionar como unidad de cuenta y depósito de valor.  

Esto es precisamente lo que hace que Libra sea tan preocupante, porque potencialmente se puede convertir en un sistema monetario alternativo sin ninguna rendición de cuentas y con nula o escasa regulación y supervisión.  

Un sistema monetario es un bien público. Es fundamental para el funcionamiento de las sociedades modernas. Y por eso existen los bancos centrales, para darle predictibilidad y estabilidad. De lo contrario, el impacto en el mercado financiero y en el mercado de bienes y servicios puede ser dramático. Desde hiperinflación hasta crisis financieras.  

¿Qué pasará cuando haya episodios de volatilidad cambiaria? ¿Facebook estará en capacidad para intervenir y proteger a las personas que tengan activos en Libras? ¿Qué ocurre si Facebook decide cambiar la composición de su canasta de monedas de reserva? ¿Quién regula que esté invirtiendo bien los activos de los tenedores de Libras? ¿Qué pasa si Facebook cambia la política de redención? ¿Qué pasa si hay una corrida contra la Libra o un ataque especulativo? Y por supuesto ¿cómo podríamos confiar en que Facebook va a usar nuestra data financiera responsablemente?  

Ninguna de estas preguntas es relevante si Libra no despega. Pero si se convierte en un sistema monetario global de uso en al menos un porcentaje de usuarios de Facebook, todas pueden generar efectos desastrosos.