Farmacias: ley impide multas más altas por concertar precios
Farmacias: ley impide multas más altas por concertar precios
José Ignacio Beteta

En nuestro país, a diferencia de Estados Unidos, Chile y los demás países de la OCDE, no existe una regulación específica para los grandes procesos de . Sin embargo, esto no significa que deba implementarse una.

Y aunque es cierto que el número de procesos de este tipo se ha venido reduciendo (Transactional Track Record, El Comercio, 19.04.2017), y que nuestro mercado es de por sí desconcentrado, esto tampoco significa que el tema no deba discutirse abiertamente.

El objetivo de una regulación que “controle” fusiones de envergadura y monopolios siempre es el de prevenir que los consumidores sean afectados por la posible reducción de los niveles de competencia en un sector, reducción que podría ser causada por determinadas operaciones de concentración.

La reciente y sonada compra de Quicorp (Química Suiza) por parte de InRetail (del holding Intercorp), nos ofrece datos concretos y nos sirve de herramienta para saber cómo analizar cuándo gana o pierde el consumidor, y para reflexionar acerca de qué regulación podríamos diseñar o elegir.

Dato 1: en el Perú, de cada 100 medicamentos, solo 30 se adquieren en las cadenas farmacéuticas (Burnstein y Magallanes, 2014). Así, la mencionada transacción no afecta a la gran mayoría de la población, que cotidianamente adquiere en establecimientos de salud públicos o privados y en farmacias particulares.

Dato 2: de las más de once mil farmacias en el Perú, InRetail será propietaria de aproximadamente dos mil, es decir, del 18% (InRetail). Este dato tampoco es ocioso, dado que ambos, Quicorp e InRetail, se enfocaron siempre en un segmento poblacional ubicado en Lima, principalmente urbano, no rural.

Dato 3: este nuevo “gran jugador” concentrará el 83% de las ventas de medicinas (48% de Inkafarma más un 36% estimado de Quicorp) del mercado de cadenas farmacéuticas modernas, que en realidad aglomeran el 55% de las ventas totales (IMS Health). Es decir, el otro 45% le pertenece a farmacias independientes, generalmente pequeñas empresas familiares, dispersas a lo largo de todo el país.

¿Se ha constituido entonces un monopolio? Parece que no. ¿Tenemos evidencia de que el consumidor peruano perderá con esta transacción? Menos aún. Y esto último es aún más predecible dado que, como es de esperarse, el Indecopi le pondrá todos los reflectores encima para fiscalizar si aumenta o concerta precios.

Preguntémonos ahora quiénes pierden con esta adquisición. En primer lugar, probablemente perderían los laboratorios más grandes y los que venden las medicinas más caras, dado que esta nueva cadena tiene ahora una mejor posición para negociar precios.

En segundo lugar, creo que se podría ver afectado el clima de negocios, porque el ambiente se pone tenso, y el escenario es idóneo para que aparezcan políticos y congresistas que buscan ganar pantalla con denuncias o propuestas improvisadas.

Así, tener los datos correctos nos permite discernir la legitimidad de un proceso. En este caso en particular, es posible que no tarden en aparecer promociones y descuentos en las farmacias de esta nueva cadena, con el fin de mitigar el potencial temor del consumidor y la animadversión de la opinión pública. Y de ocurrir esto, ¿no es el consumidor quien gana?.

¿Qué ocurrirá en los siguientes días? En medio de comunicados y reportajes, Jorge Del Castillo tendrá la excusa perfecta para apurar el debate sobre el proyecto de ley que promueve al respecto. Y está bien, pero que este debate sea técnico y que las razones para promover una nueva regulación estén bien sustentadas. Analicemos con calma qué es lo mejor para un país como el nuestro, en el que ya existen bastantes barreras burocráticas para las empresas formales. Creamos en los datos, no en mitos, agendas políticas o sesgos ideológicos

*José Ignacio Beteta es presidente de Contribuyentes por Respeto (CpR)

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