(Foto: Archivo)
(Foto: Archivo)
Redacción EC

“A la la tenemos en el bolsillo”, me dijo un amigo muy optimista tras ganar las elecciones. Él era un importante miembro del partido Peruanos por el Kambio (PpK) y creía que sería el mejor gobierno de la historia. Pero los choques de la campaña, hacían pensar lo contrario.

¿Por qué el partido PpK fue tan optimista? , Premio Nobel de Economía en el 2002, demostró que los “agentes económicos” no siempre son racionales y cometen errores; mientras que la vigente asumía lo contrario.

Él identificó dos diferentes maneras que tiene la mente para generar ideas: el sistema 1, que es intuitivo, automático, emocional, y subconsciente. Su función es generar intuiciones para tomar decisiones simples y repetitivas. Y, el sistema 2 que requiere esfuerzo, es lento, lógico y consciente. Su función es tomar decisiones finales tras controlar las intuiciones del sistema 1, que comete muchos errores, debido a la presencia de sesgos cognitivos (optimismo, aversión al riesgo, anclaje, etc.).

¿Cómo aplica esto en el Perú? En nuestra encuesta a 56 peruanas, notamos que las de menor desempeño financiero (73%) toman decisiones estratégicas con la intuición o el sistema 1, y no se percatan de los sesgos en sus decisiones, generan resultados subóptimos y “destruyen valor” al accionista.

En cambio, las empresas que sí crean valor (27%), identifican la presencia de estos sesgos y trabajan decididamente en atenuarlos a través de cambios en cultura, mayor debate y profundidad analítica. En síntesis, para decisiones complejas y de alto valor económico, la intuición puede ser mala consejera.