Venezuela: La minería de oro, un submundo de caos y violencia - 11
Venezuela: La minería de oro, un submundo de caos y violencia - 11

Es lógico pensar que una subida en el precio de los metales tendría que favorecer a la empresa que produce los metales, y por ello es lógico pensar que para un inversionista que quiera aprovechar la subida en los precios de los metales, invertir en acciones de empresas mineras podría ser una buena inversión. Sin embargo, esto no siempre es así y aplicar esta lógica tan ligera puede llevar a grandes decepciones.

Una razón de ello es que muchas empresas productoras de commodities utilizan instrumentos derivados para cubrir el riesgo de precio de su producción. Si bien la cobertura protege el riesgo de una caída en el precio, de suceder lo contrario a lo esperado por la empresa, es decir, si el precio del commodity sube, esto no generaría una subida en las utilidades.

Un ejemplo de ello, fue cuando entre los años 2006 y 2007 el precio del oro prácticamente se duplicó, mientras que las utilidades de algunas empresas auríferas se mantuvieron casi sin variaciones. Las compañías no esperaron esa subida y decidieron asegurar el precio al nivel que ellos consideraron adecuado, perdiéndose de esta manera la oportunidad de tener un enorme beneficio cuando el precio subió.

Aparte de las coberturas de precio, otra razón para que no exista correlación entre el precio de los commodities y las utilidades de las productoras de los mismos es la inflación de costos. Entre los años 2009 y 2011 el precio del oro se volvió a duplicar, llegando a un pico de US$1.900 la onza, y entre el mismo período ni las utilidades de las empresas auríferas ni su cotización bursátil subió en la misma proporción.

Esto, incluso cuando la mayoría de las empresas ya no hacían coberturas de commodities, pues era muy evidente que los precios iban a subir. En ese momento, muchos analistas apuntaban como una gran oportunidad de inversión comprar acciones mineras, aduciendo que al no tener coberturas, los precios de estas se habían quedado rezagadas ante la subida del precio del oro. La razón, no percibida en ese momento, era que había una inflación de costos en la industria minera que hacía que los márgenes no crezcan a la misma velocidad que las ventas.Después de una gran decepción, los precios de las acciones mineras nunca convergieron.

En una coyuntura en que el precio de los principales metales ha subido enormemente y en el que el escenario internacional se muestra positivo para que los precios altos se mantengan, es lógico cuestionar si esta vez ello se podría traducir en una buena oportunidad para invertir en acciones de empresas mineras.

Pienso que esta vez la situación podría ser favorable: la mayoría de empresas no tiene coberturas de commodities significativas; las empresas han implementado un programa de reducción de costos hace unos años, cuando los precios no eran tan favorables, con lo cual mantienen la eficiencia; y no se espera una mayor inflación de costos.

Pues, por un lado el precio del petróleo se encuentra estable, en niveles por debajo de los US$50, y por otro, el costo de la energía se ha reducido luego de la renegociación de contratos con las empresas de energía eléctrica a menores precios.

Sin embargo, al momento de evaluar una inversión en la bolsa, no basta con analizar solo eso. Además de las razones comentadas líneas arriba, es importante considerar aspectos específicos de las empresas como por ejemplo: gastos en exploración, paralizaciones en la producción, problemas de gestión interna, gobierno corporativo, etc.

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