EL COMERCIO

En los últimos cinco años, la inversión extranjera en nuevas plantas de productos farmacéuticos en el Perú fue nula. Así lo indicó Augusto Rey, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (Alafarpe).

Si bien los laboratorios extranjeros que operan en el Perú han crecido en capacidad de almacenamiento en los últimos años y han permitido el ingreso de nuevos productos de forma permanente, todavía existen demasiadas exigencias reguladoras para que los laboratorios internacionales se animen a invertir en una nueva fábrica de medicinas con toda la tecnología y estándares que esta requiere, sostiene.

José Enrique Silva, presidente de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifán), recuerda que desde 1997 unos 66 laboratorios que producían medicinas en el Perú cerraron sus puertas.

La mayoría tenía capitales extranjeros. Estamos hablando de grandes transnacionales como Bayer, Roche y Pfizer, que, a partir de 1997, dejaron el Perú y optaron por producir medicinas en países vecinos como Colombia, México y Brasil, asegura. ¿Las razones? Según el líder de Adifán, en el país hay demasiadas trabas arancelarias, burocráticas y tributarias.

NORMA QUE CUMPLIR Según Silva, la Ley de Medicamentos que empezó a regir desde enero del 2012 tampoco genera incentivos para que jugadores locales o internacionales del mercado de medicinas inviertan en la fabricación en el Perú.

Si bien Rey sostiene que la norma busca asegurar la calidad de las medicinas locales y las importadas, también objeta algunos puntos de la referida ley. Desde su aplicación se han embalsado en la Digemid más de 3.000 expedientes de registros de nuevos medicamentos y renovación de algunos ya inscritos, que están a la espera de ser aprobados, afirma. El representante de Alafarpe añade que eso se debe a una presunta falta de capacidad técnica de la institución. Eso seguirá dificultando el ingreso al mercado de nuevos medicamentos, anota.

Consultada al respecto, la Digemid prometió responder con precisión en los próximos días, pero adelantó que las exigencias de la Ley de Medicamentos son aplicables por igual a todas las medicinas en circulación, tanto nacionales como importadas, y solo buscan asegurar la calidad de estos productos.

BUEN DESEMPEÑO Pese a las trabas mencionadas, Silva comentó que este año el mercado farmacéutico local facturaría US$1.850 millones, lo que implica crecer 6% respecto del 2012. De ese total, estimamos que este año se venderán US$900 millones de productos fabricados en el Perú, precisa Silva. También prevé que al cierre del 2013 las compras públicas de medicinas bordearían los US$550 millones, mientras que las privadas ascenderían a US$1.300 mlls.

De acuerdo con el estudio La industria farmacéutica nacional, de Adifán, este sector genera 12.000 empleos directos y 141.000 indirectos. Además, desde el 2004 ha crecido a un ritmo promedio anual de 9%, dado el incremento del número de asegurados en las redes pública y privada, y las inversiones en infraestructura de salud.

En el Perú existe capital humano de primera que se dedica a la fabricación de medicinas. Falta adecuar la ley y mejorar las condiciones para asegurar el crecimiento sostenido de la industria local, concluye Silva.