Rodrigo Revoredo
María Rosa Villalobos

De acuerdo Rodrigo Revoredo, jefe de planificación de Lima, la generación Z es independiente y mucho más relajada con respecto a su futuro.

No es secreto para nadie que la generación Z es completamente distinta a los millennials. ¿Qué diferencias encontraron en su último estudio?
Una de las diferencias más interesantes entre ambas generaciones es que están redefiniendo el concepto de “editar”. Hacia el 2014 por ejemplo, los contenidos estaban bastante cuidados, filtrados o intervenidos y no necesariamente se trasmitían en tiempo real. Si tenías Facebook, lo más tiempo real que tenías era postear “acá estoy comiendo en un restaurante” con una foto muy bonita que probablemente tenía un filtro. Eso era lo más atractivo a nivel de consumo. Esta generación Z, por el contrario, no busca tanto cuidar lo que vaya a mostrar de sí mismo, sino más bien la noción de que están viviendo el momento, en tiempo real.

En el estudio, mientras que los millennials indicaron que editarían los contenidos en sus propias redes para verse bien, la generación Z se mostró más interesada en intervenir elementos audiovisuales que no necesariamente los tenga a ellos como centro. 

Otra cosa que diferencia a estas dos generaciones es que el concepto de igualdad ya no es negociable. Todavía la generación de millennials en el Perú no está tan comprometida con la igualdad de derechos o la igualdad de género. La generación Z sí.

¿Qué otra diferencia encontraron?
Siempre denominábamos a los millennials como nativa digital porque eran los que más rápido se adaptaban a la tecnología, pero la generación Z va un paso más allá porque tienen acceso a servicios y productos en general.

Los millennials eran impacientes porque fueron criados por padres que ya trabajaban casi por igual y había mucha culpa en la crianza. Se sentían merecedores de todo. La generación Z, más allá de que pase eso o no, está acostumbrada a obtener todo a través de un click.

¿Tienen más acceso al dinero que los millennials?
Tienen más posibilidad de generarse sus propias fuentes de acceso al dinero. Si hace 10 años querías, por ejemplo, escuchar música, la tecnología te decía que no necesitabas tener un montón de plata porque podías acceder a discos piratas y a YouTube. La generación Z ha crecido con aplicaciones como Spotify, lo que ha hecho que su noción del valor sea diferente. Nos enfrentamos a un mundo que en unos años va a estar orientado a la democratización del acceso y no a la posesión.

Prefieren lo original como marca, prefieren lo "no pirata".
Sí. La generación Z no necesita tener para acceder.

¿Eso los hace más sencillos en temas de adquisición que los millennials?
Sí, son más sencillo al pensar que no necesariamente ellos son el centro del mundo. El modelo económico a través de las nuevas oportunidades tecnológicas está generando la noción de que el acceso es igualitario desde lo económico y lo social. Es una generación que está diciendo que la igualdad no es negociable.

En este contexto, ¿cuál es el rol de las marcas para esta generación?
Ellos le están adjudicando a las marcas un rol un poco más importante del que tenían años atrás. El 81% de chicos de la generación Z en el Perú sienten que las firmas deberían tener más posibilidades de cambiar el mundo que otras instituciones como el Estado. Cerca del 80% de la generación Z dijo que recomendaría o confiaría en una marca que comparte sus mismos valores.

Es un peso muy grande para una marca asumir el rol de un gobierno.
Más que cambiar el mundo, lo que una marca puede hacer es aportar desde su propia categoría de negocio. Por ejemplo, si eres una firma que vende ropa, ya no sólo tienes que vender un diseño interesante sino contar el origen del producto y cuál es el propósito de venderlo.

El nivel de involucramiento de los jóvenes es distinto al de antes. El 64% de los Z peruanos asegura que no basta con ponerle ‘like’ a una actividad social. Además de ponerle ‘like’ considera que debe involucrarse en una actividad real. La media global es 50% y la media de Latinoamérica es 55%. El nivel de involucramiento en el Perú es el más alto en la región. 

¿Con qué tiene que ver esto?
Con el momento que estamos pasando. En los últimos dos o tres años, la gente ha comenzado a salir a las calles de nuevo. Esta generación cree que el yo individual tiene que ser igual al yo colectivo. Insisto, el hecho de que los chicos estén consiguiendo cosas desde lo económico y tecnológico está generando una conciencia social.

Mientras que al millennial se le hace muy difícil salir de casa, la generación Z quiere salir lo antes posible. Pero hay un tema económico de por medio. Ellos generan su propio dinero pero, ¿es suficiente?
Hay un término que encontramos en el estudio: “adultear” o “adulting”. La adultez entendida por generaciones anteriores era una etapa estática a la cual uno llegaba cuando se casaba, cuando tenía hijos o tenía que pagar un departamento o una hipoteca. Los chicos de 16 a 24 años encuentran que la adultez es una serie de momentos, ya no una etapa, que pueden elegir tener o no. Es un verbo más que un sustantivo.

¿Qué es “adultear” para ellos?
Les pedimos ejemplos. Nos dijeron cosas como ir al cine solos, pasar Navidad en la casa de su novia o novio, tomar una taza de café en las mañanas leyendo el periódico, comprar un celular con una pantalla que no se va a romper, entre otras.

Los Z están más conscientes de que la calle está dura, pero también están más conscientes de que hay otras alternativas de generar dinero. Por ejemplo, antes la fecha para salir de tu casa era poco después de los 30. Para estos chicos, la edad promedio es de 28 años porque asumen que la gente a esa edad -sin presiones y sin ningún tipo de amarre con la idea “tengo que ser adulto, tengo casarme”- tiene los recursos para sobrevivir. Ellos, además, no se deciden por carreras tradicionales. Hay chicos que te dicen que quieren dedicarse al ‘live streaming’ o ser bloguero.

Pero los millennial también cuentan con cierto nivel de independencia en ese sentido.
Lo millennial conseguían trabajos ‘freelance’. La generación Z ya no habla de hacer ‘freelos’ sino de encontrar alternativas de generar dinero. Si al millennial no le gustaba su trabajo, era capaz de dejar cinco hasta encontrar el trabajo ideal –al igual que con una pareja sentimental-. Los Z no creen que tengan que decidir por “la” carrera que te lleve a tener una adultez establecida para tener una trayectoria de vida. La adultez es una situación de la que ellos entran y salen. Esto lo encuentras un poco en los millennials tardíos, gente de hasta 28 años que los lunes juega ‘play’ y no quiere que nadie los moleste.

Antes, los papás te decían que tuvieras tu cartón en algo serio para después hacer lo que tú quieras. El cartón te aseguraba esa etapa estática para que tu adultez esté segura. Los chicos de ahora ya no se comen ese cuento.

EL ESTUDIO
“La Verdad sobre la Juventud” se realiza desde el 2014. Esta es la segunda edición. 

El Perú participó con más de 700 encuestas que incluyeron personas entre los 16 y 34 años.

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