(Foto: Archivo)
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María Rosa Villalobos

El pedido de en materia económica contempla una larga lista de medidas –tributarias y no tributarias– que buscan ayudar al Ejecutivo a cumplir con la trayectoria del y elevar la de una tasa del 12,9% al 15,3% en el bicentenario.

Una de las iniciativas que más polémica ha generado, dentro del paquete normativo, es el ingreso de nuevas categorías a la lista de productos afectos al Impuesto Selectivo al Consumo ().

Esto, porque la semana pasada el ministro de Economía y Finanzas, , había afirmado que evaluaba aumentar la tasa del ISC a las bebidas alcohólicas, tabaco y combustibles, pero no se incorporaría a nuevos productos, porque “ no estaba en sus planes”.

Sin embargo, ayer el primer ministro, , sostuvo a una radio local que las estarían entre los productos que el Gobierno viene evaluando para subir el ISC. Además, el proyecto de solicitud de facultades enviado por el Ejecutivo plantea “incorporar en el ámbito de aplicación del ISC a bienes y servicios que generen externalidades negativas”, dejando abierto el espectro.

Así, la respuesta de la industria no tardó en llegar.

“Seguiremos pagando nuestros impuestos, como históricamente hemos hecho aquí y en otros países. Solo esperamos que estos sean simétricos y que no sean discriminatorios”, precisó Evangelina Suárez, CEO de Coca-Cola, a El Comercio en el Perú Fútbol Summit.

La ejecutiva coincidió con Villanueva al señalar que la aplicación o incremento del ISC requieren una detallada evaluación, proceso que tomará un tiempo.

Por su parte, César Luza, presidente de la Asociación de la Industria de Bebidas y Refrescos sin Alcohol (Abresa), recordó que las gaseosas se encuentran ya afectas al ISC en un 17%, con lo cual, “si le sumamos el , resulta una carga del 38,6%, probablemente la más alta de nuestra región”, resaltó.

Luza destacó que cualquier movida en el ISC vigente afectará a la cadena de valor de la industria y, en ella, a las más de 300.000 bodegas, cuyo ingreso proveniente de la venta de bebidas no alcohólicas y de cerveza representa el 60% de sus ingresos totales.

BEBIDAS ALCOHÓLICAS

Por su lado, Luis Benavides, presidente del comité de Bebidas Alcohólicas y Destilados de la Sociedad Nacional de Industrias (), advirtió que un aumento injustificado de las tasas impositivas a los productos gravados por el ISC, incentivará aun más la producción y el comercio ilegal.

Benavides subrayó que las modificaciones efectuadas al ISC en los últimos años, con el fin de reducir las externalidades negativas de algunos productos, no lograron los resultados esperados, sino que el comercio ilegal aumentó luego de las modificaciones efectuadas al ISC a partir del 2013.

Según el gremio, la informalidad del sector de pasó de 39% a 30% entre el 2000 y el 2012. Sin embargo, la situación cambió en el 2013, cuando el Gobierno publicó un paquete de medidas que modificaron las reglas de juego.

“Estábamos bajando un punto y medio por año. En cinco años más hubiéramos bajado 7,5% más. Estaríamos en 22,5%. En el 2016 y 2017 la informalidad del sector de bebidas alcohólicas ha remontado al 35%”, explicó Benavides.

Benavides indicó que la recaudación del sector también se vio afectada con el cambio de normas, pues pasó de crecer 5,6% anual a 2,5%. Resaltó que el año pasado, el sector pagó S/2.345 millones en impuestos.

“Este sector puede seguir contribuyendo con más impuestos, pero esperamos que nos ayuden a pasar el consumo de la informalidad a la formalidad”, agregó el representante del gremio.

BALANCE

Más que calificar el aumento del ISC como una medida positiva o negativa, Joseph Andrade, director de aduanas y comercio exterior de PwC Perú, resalta su efectividad, pues asegura que generará una mayor recaudación de manera inmediata.

Sin embargo, advierte que el Ejecutivo debe tener en cuenta el objetivo dual de este impuesto: desincentivar el consumo de productos que generan algún tipo de daño a la salud o al medio ambiente (externalidades negativas) y gravar el consumo suntuario –de bienes de lujo–.

“Las y las hidratantes están exentas del ISC, por ejemplo. Sin embargo, debe quedar más clara su definición para no generar confusión de qué son y qué contienen [...]. Además, en el caso de las bebidas alcohólicas, es vital que quede aun más clara la forma de aplicación del ISC en la importación y la comercialización”, finaliza el especialista.

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