¿Qué implica que el Estado empiece a competir en el mundo de las aerolíneas?

La prohibición del Estado para intervenir en actividades o mercados en donde ya existe la presencia productiva del sector privado -como el de aerolíneas- se denomina el "rol subsidiario del Estado". La participación estatal que implique competir con la empresa privada, de acuerdo a la Constitución, exige una justificación de peso.

El contexto a esta introducción radica en la afirmación de parte del Ministro de Justicia, Vicente Zeballos, quien señaló que es necesario la presencia del Estado en algunas “actividades estratégicas”, e hizo referencia a la posibilidad de que el gobierno tenga su propia aerolínea. 

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"En el tema de líneas aéreas, cuántas líneas aéreas se están instalando en el país y obviamente si hay una presencia masiva, ¿no despierta la inquietud? Es decir, ¿por qué no tener nuestra línea aérea propia? [...] No se debe temer al Estado empresa", sostuvo en una entrevista con el programa "Agenda Política".

Por Ley, una empresa estatal solo debería existir legalmente ahí donde el sector privado no ve conveniente ingresar, situación que no se aplica al concurrido mercado de aerolíneas local.

Consultado por este Diario, el gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (Aetai), Carlos Gutiérrez, indicó que solo en los últimos dos años han entrado dos aerolíneas (Sky Airline y Viva Air), por lo que el consumidor sí tiene bastante oferta. 

EL "MIEDO" AL ESTADO EMPRESARIO

"Nosotros, en la época de Velasco, hemos llegado a tener como 200 empresas públicas, la mayoría quebradas", recuerda José Ignacio Beteta, presidente de Asociación de Contribuyentes del Perú. Centromín, Enafer, Aero-Perú, EnturPerú y decenas de otras empresas públicas proliferaron entre los años setenta y ochenta.

Hacia finales de esta década, las pérdidas económicas de las empresas públicas no financieras superaban el 10% del PBI. El forado era financiado con los escasos impuestos públicos que se recaudaban y la calidad de los servicios brindados al público era marcadamente deficiente.

De acuerdo a información del Instituto Peruano de Economía (IPE), estos son los resultados del Estado como empresario:

Agrobanco o el ya desaparecido Banco Agrario son otros casos de fracaso empresarial-estatal. El estado actual de Petro-Perú, Essalud, Sedapal y el resto de Empresas Prestadoras de Servicios de saneamiento, son ejemplos más recientes de empresas públicas que requieren de mayor cuidado.

RESPUESTA PRESIDENCIAL Y GREMIAL

Al respecto, el presidente de la República, Martín Vizcarra, aseguró que la política económica actual -de libre mercado- se mantendrá. Calificó a la intervención de Zeballos como una "opinión personal" que no son la posición del Gobierno.

"La política económica de nuestro país está claramente definida. Como Gobierno no hemos tomado ninguna decisión al respecto", argumentó desde Tacna. 

Al respecto, el siguiente cuadro grafica que mientras más ingresos generan las empresas públicas, peores resultados obtienen (o menos eficientes se vuelven).

Gutiérrez, por su lado, también se mostró en contra de una eventual participación estatal en el mercado de aerolíneas. El vocero hizo referencia a la mala experiencia previa del Estado en su rol de empresario, resaltando la gestión de la antigua empresa AeroPerú.

"Quizás puede sonar razonable hacia afuera la propuesta, pero si vemos nuestros antecedentes, en realidad razones más que suficientes se dieron para que el Estado deje de participar en el transporte aéreo, que tiene muy pocos márgenes. Con antecedentes me refiero a Aeroperú, que fue la primera empresa que se privatizó en la época. En la parte operativa había una subvención, todo era comprado por el Estado, incluyendo la gasolina y repuestos", concluyó el representante de las aerolíneas actuales.